viernes, 11 de febrero de 2011

El alcohol causa más muertes que el sida, la tuberculosis o la violencia

Un informe de la Organización Mundial de la Salud concluyó que un 4% de los decesos a nivel mundial corresponden al abuso de la bebida. Pidió a los gobiernos por mayores políticas de control

El aumento de los ingresos llevó a beber más en países muy poblados de África y Asia, incluidas India y Sudáfrica, y el consumo excesivo de alcohol se convirtió en un problema en muchas naciones desarrolladas, advirtió hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Frente a esto, se reveló que el alcohol causa casi un 4% de las muertes en todo el mundo, más que el sida, la tuberculosis o la violencia.

Las políticas de control de la alcoholemia siguen siendo frágiles y no figuran entre las prioridades de muchos gobiernos a pesar del fuerte impacto del alcohol en la sociedad a través de los accidentes de tránsito, la violencia, las enfermedades, el maltrato infantil y el ausentismo laboral, indicó la OMS.

Aproximadamente 2,5 millones de personas mueren cada año de causas relacionadas con la ingesta de alcohol, dijo el organismo en su Informe Global sobre el Alcohol y la Salud.

“El perjudicial consumo de alcohol es especialmente fatal para los grupos más jóvenes y el alcohol es el principal factor de riesgo en el mundo de la muerte de varones entre 15 y 59 años“, señaló el reporte.

En Rusia y los Estados Independientes de la Commonwealth (EIC), uno de cada cinco fallecimientos se debe al alcohol, el índice más alto.

El consumo excesivo, que a menudo conlleva comportamientos de riesgo, es ahora prevalente en Brasil, Kazajistán, México, Rusia, Sudáfrica y Ucrania y está aumentando en todas partes, según la OMS.

“A nivel mundial, alrededor de un 11 por ciento de los bebedores han tenido episodios fuertes con la bebida cada semana, con los hombre superando en número a las mujeres por cuatro a uno”, señaló el estudio.

“Los hombres siempre participan en el consumo de riesgo a niveles mucho más altos que las mujeres en todas la regiones”, agregó.

Los ministros de Salud de los 193 estados miembros de la OMS acordaron en mayo del año pasado intentar frenar las borracheras y otras crecientes formas de consumo excesivo de alcohol a través de impuestos mayores a las bebidas y más restricciones de comercialización.

Enfermedades y lesiones

El alcohol es un factor causal en 60 tipos de enfermedades y lesiones, según indica el primer informe de la OMS sobre este vicio desde el 2004.

Su consumo ha estado vinculado a la cirrosis del hígado, la epilepsia, las intoxicaciones, los accidentes de tránsito, la violencia y varios tipos de cáncer, incluidos el colorrectal,
el de mama, el de laringe y el de hígado.

“Seis o siete años atrás, no teníamos una fuerte evidencia de una relación causal entre el consumo de alcohol y el cáncer de mama. Ahora la tenemos”, señaló Vladimir Poznyak, responsable de la unidad de abuso de sustancias de la OMS que coordinó el informe.

Las tasas de consumo de alcohol varían enormemente desde altos niveles en los países desarrollados a los más bajos en el norte de África, la región de África subsahariana y el sur de Asia, cuyas grandes poblaciones musulmanas se abstienen a menudo de beber.

El alcohol de producción casera o ilegal -que elude los controles gubernamentales y los impuestos- supone casi el 30 por ciento del total del consumo adulto a nivel mundial. Y algunas de esas bebidas son tóxicas.

En Francia y otros países europeos con altos índices de consumo adulto per cápita, los episodios de ingesta excesiva de alcohol no son tan frecuentes, lo que sugiere patrones de bebida regulares pero más moderados.

Según la OMS, beber moderadamente puede tener un efecto beneficioso en la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular (ACV).

“Sin embargo, el benéfico efecto protector del alcohol para el corazón desaparece en los casos de ingesta excesiva”, indicó la agencia.

Una de las maneras más efectivas de frenar el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente entre los grupos más jóvenes, es elevar los impuestos, señaló el informe.

Establecer límites de edad para comprar y consumir alcohol y regular los niveles de alcoholemia en los conductores también reduce el abuso si se aplican.

Algunos países también prohíben la publicidad de bebidas alcohólicas o el patrocinio de la industria en los eventos deportivos.

“Todavía no hay muchos países que usen éstas u otras políticas efectivas para prevenir las muertes, las enfermedades y las lesiones atribuibles al consumo de alcohol”, sostuvo la OMS.
Reuters