lunes, 21 de febrero de 2011

El negocio de la carne tiene una década buena por delante

Ignacio Iriarte argumentó que sigue habiendo "una escasez muy grande de hacienda". En tanto, los precios al consumidor encontraron techo.
(NAP). "El mercado de la carne está armado sobre una base de escasez muy grande de hacienda, estamos produciendo unas 200 mil toneladas mensuales de carne cuando en los últimos cinco años producimos 300 mil", aseveró el especialista Ignacio Iriarte.
En declaraciones al portal TodoAgro, Iriarte dijo que los precios "no pueden subir más porque los consumidores ya han mostrado un límite en la suba, están pagando la carne un cien por ciento más que doce meses atrás, y tampoco baja porque la escasez es muy grande".
Agregó que si bien la exportación, el principal negocio ganadero, se redujo mucho "igual no alcanza más que para consumir 52, 53 o 54 kilos" en el mercado interno, cuando en 2009 llegó a los 65 kilos por habitantes por año. Eso es lo que mantendrá los precios firmes.
Por otra parte, los feedlots tienen serias dificultades para mantener el negocio y no pueden aportar a la recuperación del stock de carne. "El negocio fue rentable durante buena parte de 2010, porque la relación carne/grano era muy favorable. Pero en las últimas semanas, con la baja del gordo y la suba del alimento, los números se han vuelto muy finitos. Por la escasez de invernada no se ha podido transferir al precio de esta categoría el menor poder de compra que tienen desde hace unas semanas”.
"Hablando de las perspectivas del negocio, veo entre los peligros domésticos que enfrenta la cadena cárnica la posibilidad de nuevas intervenciones, demasiada dependencia de Brasil, un tipo de cambio declinante, la crisis institucional, la inflación, que los costos siguen a los precios y la ralentización de la retención de vientres", enumeró Iriarte.
En cuanto a las oportunidades, el consultor estimó que "se puede duplicar o triplicar la cuota Hilton, que deberíamos aprovechar una cuota feedlot que tenemos otorgada para la UE y no se utiliza, lo mismo con la cuota a EE.UU.; y las perspectivas mejorarán aún más con la apertura de mercados como China y Canadá".
Iriarte aseguró que, con el tiempo, la carne vacuna de calidad dejará de ser un producto de masas para convertirse en lo que hoy es el salmón o el caviar. A la vez señaló la importancia que tienen los subproductos en el negocio de la carne y puso como ejemplo el valor del pelo de la oreja de los vacunos (cerdas para pinceles de gran calidad) y las pestañas, enfatizando que detrás de la cría de un animal hay grandes oportunidades de valor agregado.