martes, 8 de febrero de 2011

Habrá carne cara por un buen lapso

Bameule juzgó que el precio de la media res es “exorbitantemente alto” frente a otros países competidores. “Argentina tiene hoy una media res valiendo en el orden de 12,50 a 15 pesos, lo que en dólares está en 3,70 a cuatro. Es un precio exorbitantemente alto. En el mundo ese precio es 20 a 25 por ciento más bajo”, remarcó.
Citó como ejemplo los casos de Uruguay y Brasil, donde el valor es equivalente es 3,10 dólares y 3,50 dólares respectivamente.
Aclaró que “en ninguno de esos dos países los exportadores tienen retenciones, o sea que en dólares reales que cobra un exportador argentino, de 3,45, el precio es exorbitantemente alto y no hay manera de ser competitivos en el exterior”.
En diálogo con radio Cultura, planteó que “en gran medida las políticas particularmente de los últimos cinco años han deteriorado las expectativas de los productores”, según difundió un matutino marplatense.
“Muchos han abandonado el negocio y la consecuencia es el faltante de oferta que vivimos hoy. Revertir esto es un proceso de no menos de tres a cuatro años”, sostuvo.
No obstante, evaluó que “como el precio es el mayor aliciente para cualquier productor, ha provocado un reverdecer en el entusiasmo de los productores”.
“Frente a una realidad tan grosera como la que hemos vivido, finalmente las autoridades comprenderán cuáles son las normas con las que tiene que manejarse este negocio”, reflexionó.
Entre esas medidas, Bameule sugirió la eliminación de la necesidad de un permiso previo para exportar.
“La Argentina es el único país que tiene los ROEs o una licencia previa para exportar. No hay otro país, de los que compiten en el negocio de la carne, que tenga un sistema de licencia previa”, argumentó.
Además, destacó que “una segunda medida muy clara sería eliminar las distorsiones de precios que en el mercado interno están provocando estas baratas o pseudo baratas, que son volúmenes de carne que se exige a los frigoríficos entregar a precios muy bajos a cambio de tener algún permiso para exportar”.
Bameule calculó que por la sumatoria de distintas regulaciones, en el sector se perdieron en el último año de “10.000 a 12.000” puestos de trabajo debido “a la caída grande de la exportación y del consumo”.
“La industria exporta poco por falta de permisos con costos elevadísimos y la cuenta no termina de cerrar, encima con volúmenes bajos, lo que no permite amortizar bien los gastos”, concluyó.
Diario Paraná.