jueves, 10 de febrero de 2011

La sequía complicará al sector tambero

La sequía que azotó a la provincia impidió a los tamberos hacer reservas y complicó el panorama “a tal punto que entraremos al invierno en una situación muy difícil”, advirtió el dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA) en Cerrito Víctor Beltramino, quien agregó que además reclaman mejoras en el precio de la leche que se les paga en boca de tambo.
Beltramino afirmó además que al problema de la seca, debe sumarse “la gran diferencia que existe entre los precios del litro de leche en boca de tambo y el de las góndolas”.

En concreto, los productores perciben por el litro de leche en boca de tambo entre 1,25 y 1,28 pesos, cuando en julio de 2010 cobraban entre 1,40 y 1,50 pesos. “Lo peor es que en las góndolas el valor del litro de leche está cerca de 4 pesos, y nosotros tenemos conocimiento que el problema no está en la industria. Lamentablemente, las políticas que el gobierno aplica para el sector han hecho que la comercialización cada vez se concentre más en las principales líneas en los supermercados, con ganancias enormes para esas empresas y pérdidas para nosotros, que somos pequeños productores. Las cadenas de hipermercados y las industrias lácteas más grandes están acumulando enormes ganancias, mientras perdemos los productores y los consumidores”.

Beltramino señaló que el precio internacional que se fijó para la leche en polvo “da para que cobremos 1,60 + IVA, y sin embargo estamos en 1,28 o 1,30 pesos”.

El productor federado fue más allá y advirtió: “a esta situación la planteé en la comisión de Lechería de la FAA central, porque al problema del precio hay que sumarle que en Entre Ríos no tenemos buenos caminos vecinales y eso perjudica enormemente a los pequeños productores que están en medio del campo y si llueve, no tienen cómo sacar la leche”. Esa circunstancia afecta a alrededor de un 40 o 50 por ciento de tamberos pequeños “que son los que están más marginados y quienes sufren más los precios bajos”.

El tambero aclaró que “no es lo mismo para el tambero grande, que se asienta en lugar de fácil accesibilidad, estratégico, donde aunque llueva o truene puede sacar igual su producción”.

Para evitar el quebranto, reclaman acercarse más al precio que cuesta un litro de leche en la góndola. “De 1,28 o 1,30 pesos que cobramos hoy por litro de leche, deberíamos ir a 1,70 pesos, sin afectar lo que pagan en góndola los consumidores, por las enormes ganancias que ya tienen hoy el resto de la cadena láctea y de comercialización”.

También explicó que en la góndola el litro de leche cuesta casi 4 pesos (según la marca), pero detalló que “ahí ya le sacaron la grasa, la homogeneizaron y la pasteurizaron, lo que nos hace deducir que a esa altura ya están cerca de 7 pesos (con 5,40 de ganancia para las industrias y los comerciantes). Es decir que del 3,7 (de tenor graso) que entregamos el litro de leche lo bajan a 2,3 y la descremada a 2,8, así que las diferencias son abismales”.

La falta de lluvia que azotó la provincia y que comenzó a aliviarse desde hace un par de semanas, se sintió en los tambos y afectó el resultado de la producción. “El problema climático derivó en que los tamberos consiguiéramos una producción significativamente menor a la esperada para esta época del año, en particular porque las lluvias llegaron tarde. Los tambos hicieron los silos prácticamente sin granos y si bien ahora estamos recibiendo buenas lluvias, no alcanza. En concreto, la producción bajó y encima, nos estamos consumiendo”, manifestó.

Beltramino indicó que las perspectivas de reservas de grano “son muy bajitas y en muchos tambos prácticamente nulas porque en Entre Ríos, el maíz se perdió casi en su totalidad y si bien las pasturas se han reavivado, los niveles de reserva no son muchos. La verdad es que esperamos de aquí a marzo un 30 o 40 por ciento, ya que quedan solo dos cortes buenos. Además, el maíz de segunda es muy poco porque por la sequía no se sembró, así que el panorama no es para nada alentador: es muy complicado, a tal punto que entraremos al invierno en una situación muy difícil”.

Por ahora, Beltramino destacó que “entramos en un compás de espera de 15 días para ver cuál es la reacción de la industria, pero si no hay respuesta en ese lapso, la FAA central determinará cómo seguimos”.
AIM