viernes, 18 de febrero de 2011

Premios y castigos a empresarios con el freno a las importaciones

Detrás de la decisión de ampliar la cantidad de productos que ahora podrán ingresar al mercado argentino sólo pidiendo autorización en la ventanilla de la secretaría de Industria; hay razones dudosas, lluvia de quejas de socios comerciales como Brasil y Uruguay y sospechas de más presiones gubernamentales en la interna de la Unión Industrial.
  
   En cualquier caso, todas las hipótesis otorgan la autoría, más que a la ministra de Industria, Débora Giorgi, quien le puso la firma a la polémica resolución 45; al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, según coincidieron fuentes privadas y oficiales.
  
   “Si las causas que impulsa esta norma es la protección de la industria local o el mantenimiento de un superávit fiscal, la acción parece desmedida respecto de ese objetivo”, consideró el presidente de la Cámara de Importadores (CIRA), Diego Santiesteban. El ejecutivo dijo: “Influye en tantos sectores productivos que habría que hacer bien la ecuación para ver si al final quedan beneficios”.
  
   El ex viceministro de Economía y titular de la consultora Finsoport, Jorge Todesca también relativizó que la decisión haya sido para fortalecer la industria nacional, como dijo el Gobierno. “Esta medida no responde a una preocupación por la industria nacional sino a al temor de crecimiento de las importaciones y fuerte caída del saldo comercial que se está produciendo desde hace dos años ”, consideró.
  
   En el fondo, la medida impactará en el sector industrial porque muchas fábricas tendrán que pedir ahora autorización al Gobierno para comprar insumos imprescindibles para producir . En la lista hay metalmecánicos, plásticos, papeles para packaging de alimentos, cueros, neumáticos y otros insumos fabriles.
  
   Por eso, ayer esas coincidencias dispararon lecturas suspicaces entre algunos dirigentes de la Unión Industrial. Quienes lo ven así creen que el Gobierno usa esta resolución para demorarles la compra de insumos a sectores que la Casas Rosada considera hostiles y militan dentro de la UIA.
  
   Así trascendió que cámaras como Adimra (metalmecánicos), la UIA bonaerense, la industria textil y las autopartistas AFAC salieron a dar apoyo a la medida a pedido expreso de la secretaría de Industria.Otros guardaron silencio. Mientras en la cámara de importadores hubo consultas provenientes de Brasil, Uruguay, Chile y Estados Unidos pidiendo detalles sobre la decisión del Gobierno. Allí dicen que si la totalidad de las nuevas licencias se aplicara se ahorrarían sólo US$ 1.000 millones en importaciones.
  
   “A través de las licencias se trata de detener el aumento de las cantidades importadas, lo que provocará una suba de los precios de los productos protegidos, transfiriendo así la renta desde el consumidor al productor de bienes ”, disparó el economista jefe de FIEL, Abel Vigione. Además ocurre que el superávit comercial se achicó, de acuerdo a cifras del INDEC unos US$ 5.000 millones de dólares en los últimos dos años y en las consultoras privadas estiman que este año esa tendencia continuará.
  
   Este año se necesitarán muchos dólares para importar energía de acuerdo con los expertos Jorge Lapeña y Alieto Guadagni. Si la preocupación oficial pasó por el lado de los consumidores, es decir para que haya más oferta, desde Consumidores Libres, Héctor Polino explicó: “En principio si se defiende a la industria nacional uno debe estar de acuerdo pero el Gobierno debe evitar que haya abusos y que algunos se beneficien con esta medida cobrando más y sin hacer inversiones para bajar sus costos ”.
  
   Con esta medida se extienden a 600 productos las autorizaciones para importar. No es poco: es el 20% de lo que viene de afuera .
Clarín