Desde Apymil coincidieron con el reclamo de los productores respecto al aumento en el precio de la leche. Sin embargo aseguraron que no pueden asumir ese costo y debería hacerlo el sector de comercio sin volcarlo al consumidor final.
Las pymes lácteas, al menos las de Santa Fe, manifestaron su apoyo al reclamo presentado en los últimos días por parte de Federación Agraria Argentina (FAA) con respecto al pedido de aumento del precio que reciben por litro de leche los tamberos. De todas maneras, desde la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Lácteas de Santa Fe (Apymil) aseguraron que hoy es “imposible poder asumir el incremento”.
Entre las pymes, aunque la mayoría son propietarios de tambo, “sabemos que permanentemente existe un pedido de aumento de precio por parte del productor que vende la materia prima”, dijo a redagroactiva.com Mariano Viroglio. Los valores que están exigiendo desde FAA son para Apymil, más allá de la intención de acompañar, difíciles de poder pagar en estos momentos porque repercutirían de manera directa en el mercado.
No se descarta que en el invierno si la producción escasea los valores pedidos puedan llegar a aproximarse a lo que paguen las empresas pero, en la actualidad, “ni la industria ni el mercado interno que es donde se destinan estos productos de las pymes pueden asumir el aumento”, reiteró Viroglio.
La pelea de las pymes lecheras es la misma que plantea FAA y apunta a una mayor transparencia de la cadena y sobre todo en la parte final de la misma ya que, según informaron, “los supermercados están remarcando con un 70 a 100 por ciento los precios”. Entonces, muchas veces entran en conflicto el productor con la industria por no poder discutir con los formadores de precios al consumidor que tienen ganancias que no se observan en otros países.
“Tenemos mucho diálogo con los tamberos –comentó el industrial- y en todas las instancias de representación llevamos este reclamo pero es difícil llegar a la cadena comercial porque no se sientan en mesas de debate”. Es común ver diálogo los productores, el Gobierno, los industriales y los sindicatos, pero el comercio no tiene ganas ni compromiso social para asumir el rol que le corresponde. En este sentido Viroglio no mostró mucha expectativa porque aunque dijo que “el Estado puede presionar para que participen del diálogo” de ninguna manera está en condiciones de obligar a los supermercadistas para que se sienten a debatir.
Lo ideal sería que el aumento lo asuma el sector de comercio, sin volcarlo al consumidor final, “bajando sus expectativas de margen de ganancia que hoy es en promedio de 80 por ciento”, remarcó.
Los tamberos amenazan con medidas de fuerza sino logran su objetivo de cobrar 1,70 pesos por litro de leche. En caso de que se llegue a esta situación el representante de Apymil indicó que “no tenemos mucho para reaccionar pero tampoco queremos que se fundan las empresas, ya que no existe posibilidad de afrontar ese aumento, inclusive no creo que el sector exportador pueda levantar un 20 por ciento la lista de precios”.
cadena3Las pymes lácteas, al menos las de Santa Fe, manifestaron su apoyo al reclamo presentado en los últimos días por parte de Federación Agraria Argentina (FAA) con respecto al pedido de aumento del precio que reciben por litro de leche los tamberos. De todas maneras, desde la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Lácteas de Santa Fe (Apymil) aseguraron que hoy es “imposible poder asumir el incremento”.
Entre las pymes, aunque la mayoría son propietarios de tambo, “sabemos que permanentemente existe un pedido de aumento de precio por parte del productor que vende la materia prima”, dijo a redagroactiva.com Mariano Viroglio. Los valores que están exigiendo desde FAA son para Apymil, más allá de la intención de acompañar, difíciles de poder pagar en estos momentos porque repercutirían de manera directa en el mercado.
No se descarta que en el invierno si la producción escasea los valores pedidos puedan llegar a aproximarse a lo que paguen las empresas pero, en la actualidad, “ni la industria ni el mercado interno que es donde se destinan estos productos de las pymes pueden asumir el aumento”, reiteró Viroglio.
La pelea de las pymes lecheras es la misma que plantea FAA y apunta a una mayor transparencia de la cadena y sobre todo en la parte final de la misma ya que, según informaron, “los supermercados están remarcando con un 70 a 100 por ciento los precios”. Entonces, muchas veces entran en conflicto el productor con la industria por no poder discutir con los formadores de precios al consumidor que tienen ganancias que no se observan en otros países.
“Tenemos mucho diálogo con los tamberos –comentó el industrial- y en todas las instancias de representación llevamos este reclamo pero es difícil llegar a la cadena comercial porque no se sientan en mesas de debate”. Es común ver diálogo los productores, el Gobierno, los industriales y los sindicatos, pero el comercio no tiene ganas ni compromiso social para asumir el rol que le corresponde. En este sentido Viroglio no mostró mucha expectativa porque aunque dijo que “el Estado puede presionar para que participen del diálogo” de ninguna manera está en condiciones de obligar a los supermercadistas para que se sienten a debatir.
Lo ideal sería que el aumento lo asuma el sector de comercio, sin volcarlo al consumidor final, “bajando sus expectativas de margen de ganancia que hoy es en promedio de 80 por ciento”, remarcó.
Los tamberos amenazan con medidas de fuerza sino logran su objetivo de cobrar 1,70 pesos por litro de leche. En caso de que se llegue a esta situación el representante de Apymil indicó que “no tenemos mucho para reaccionar pero tampoco queremos que se fundan las empresas, ya que no existe posibilidad de afrontar ese aumento, inclusive no creo que el sector exportador pueda levantar un 20 por ciento la lista de precios”.
