miércoles, 2 de marzo de 2011

América Latina podrá enfrentar suba de alimentos

Los países de Centroamérica y el Caribe son importadores netos de alimentos, especialmente granos como maíz, arroz y trigo, por lo que el alza de precios podría agravar la situación de malnutrición que afecta a entre cinco y dos de cada diez de sus habitantes
   La crisis alimentaria de 2008, cuando el precio de los granos llegó a niveles históricos, permitió que América Latina esté hoy mejor preparada para afrontar la tendencia alcista y volátil que actualmente rige el mercado de alimentos, indicó ayer la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
  
   «Algunos países aprendieron en 2008 con dolor y otros sin, pero lograron tener las políticas correctas para enfrentar estos cambios», dijo Alan Bojanic, representante para América Latina y el Caribe de la FAO.
  
   La alerta de una potencial crisis alimentaria se encendió luego de que la FAO informó que en los últimos tres meses los precios de los alimentos alcanzaron un nuevo récord, demostrando que la tendencia al alza no cede, favorecida también por el aumento del valor del petróleo.
  
   «Vivimos una situación coyuntural de producciones afectadas que obviamente hace que quienes manejan los precios internacionales vean una oportunidad para tener mayores ganancias», reconoció el funcionario.
  
   Esta situación también afecta al continente americano, sobre todo en los países de Centroamérica y el Caribe. En su mayoría son importadores netos de alimentos, especialmente granos como maíz, arroz y trigo, por lo que el alza de precios podría agravar la situación de malnutrición que afecta a entre cinco y dos de cada diez de sus habitantes.
  
   «Esto no significa que vayamos a pelear entre nosotros por un plato de comida», agregó Bojanic. En ese sentido, el funcionario de la ONU explicó que países como Costa Rica y Nicaragua acumularon stock, y Guatemala y Honduras han tomado medidas para enfrentar una posible escasez de alimentos, como designar 2011 como el año de la seguridad alimentaria y destinar recursos a la agricultura interna y adaptable al cambio climático.
  
   «La mayoría de los países de América Latina está debidamente preparada o tiene los medios para poder realizar importaciones y compras», aseguró.
  
   A pesar del optimismo frente a la actual preparación del continente, Bojanic también indicó que el estado de las cosechas hace difícil realizar proyecciones para este año, ya que dependerán del resultado de la producción en Estados Unidos, Brasil, la Argentina y México. Precisamente este último sufrió nevadas durante la semana pasada que afectaron el 77% de las áreas sembradas del estado de Sinaloa, conocido como el granero de México. A eso se suma el fenómeno de La Niña, que golpea a gran parte del continente con lluvias e inundaciones, como en Bolivia y en Brasil, y sequías, como en la Argentina y en Chile. «Todavía podemos hablar de que estamos en niveles de producción que nos garantizan reservas para poder mantener la actual demanda y consumo de alimentos», aseguró Bojanic.
  
   Con este panorama, la preocupación por los consumidores pobres que destinan casi el 70% de su presupuesto a la compra de alimentos es fundamental.
  
   Programas de transferencia de ingreso condicional y el impulso a la agricultura familiar para no reducir el mercado interno no sólo ayudan a los consumidores, sino también a los productores, que muchas veces no son favorecidos con más ingresos en este boom agrícola como sí lo son los comercializadores.
  
   La preocupación de los gobiernos por generar una «agricultura inteligente» que se acomode a los impactos del cambio climático e infraestructura de drenaje ante inundaciones permitirán una mayor independencia ante las importaciones de alimentos.
  
   «El mundo necesita dar un brinco tecnológico en el tema de cómo producimos», concluyó Bojanic.
Ámbito Financiero