Siete centros españoles de investigación unen fuerzas para diseñar el envase del futuro con el objetivo de aumentar la competitividad de las empresas y para la seguridad y comodidad de los consumidores
La investigación se centra en el aprovechamiento de elementos naturales con poderes antimicrobianos o antioxidantes, que se incorporan en material plástico para obtener films activos destinados a prolongar la vida útil de una variada gama de alimentos: pescados, quesos, embutidos, carnes rojas, frutas o verduras.
Las agroalimentarias van conociendo ya el avance de estos revolucionarios envases, fruto de un proyecto que presentará los resultados definitivos a finales de este año.
La especialización de los centros participantes en la alianza ha permitido sectorizar las investigaciones y seleccionar los compuestos con mayor efectividad antioxidante o antimicrobiana. Así, la gallega Anfaco-Cecopesca está trabajando con algas, la extremeña CTAEX con residuos de tomate y de vinificación y la navarra CNTA con residuos de cebolla y pimiento asado.
Estudios sobre otros elementos y mejoras en los procesos de conservación están siendo desarrollados también por la vasca Fundación Leia CDT, el Instituto Tecnológico del Embalaje y el Instituto del Plástico valencianos y el Centro Nacional de la Conserva de Murcia.
Carlos Navarro. Director del área de I+D+i del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria de Navarra (CNTA) asegura que "a finales de año, el envase definitivo pueda ser aplicable a un amplio rango de alimentos y mejorar sustancialmente los procesos de conservación".
Las investigaciones realizadas han permitido identificar extractos que se están utilizando en la elaboración de envases y en el análisis de la actividad de los films activos. Se trata de la oleorresina de tomate, el alperujo (un subproducto de las almazaras) y extractos de ajo y uva. Además se está trabajando con tocoferol y ácido ascórbico, dos de los principales componentes presentes en las algas.
Club Darwin
La investigación se centra en el aprovechamiento de elementos naturales con poderes antimicrobianos o antioxidantes, que se incorporan en material plástico para obtener films activos destinados a prolongar la vida útil de una variada gama de alimentos: pescados, quesos, embutidos, carnes rojas, frutas o verduras.
Las agroalimentarias van conociendo ya el avance de estos revolucionarios envases, fruto de un proyecto que presentará los resultados definitivos a finales de este año.
La especialización de los centros participantes en la alianza ha permitido sectorizar las investigaciones y seleccionar los compuestos con mayor efectividad antioxidante o antimicrobiana. Así, la gallega Anfaco-Cecopesca está trabajando con algas, la extremeña CTAEX con residuos de tomate y de vinificación y la navarra CNTA con residuos de cebolla y pimiento asado.
Estudios sobre otros elementos y mejoras en los procesos de conservación están siendo desarrollados también por la vasca Fundación Leia CDT, el Instituto Tecnológico del Embalaje y el Instituto del Plástico valencianos y el Centro Nacional de la Conserva de Murcia.
Carlos Navarro. Director del área de I+D+i del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria de Navarra (CNTA) asegura que "a finales de año, el envase definitivo pueda ser aplicable a un amplio rango de alimentos y mejorar sustancialmente los procesos de conservación".
Las investigaciones realizadas han permitido identificar extractos que se están utilizando en la elaboración de envases y en el análisis de la actividad de los films activos. Se trata de la oleorresina de tomate, el alperujo (un subproducto de las almazaras) y extractos de ajo y uva. Además se está trabajando con tocoferol y ácido ascórbico, dos de los principales componentes presentes en las algas.
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