Caleta Olivia es la más afectada, pero también se recienten las plantas de Puerto Deseado. En 2010 se descargó, en puertos de esa provincia, apenas el 20 por ciento de los desembarques de hace cinco años.
El subsecretario de Pesca y Actividades Portuarias de Santa Cruz, Juan Carlos Braccalenti, reconoció que la flota amarilla sigue sin poder encontrar merluza en el área donde la pescaba siempre y el gobierno debió prorrogar el pago de subsidios por la casi nula actividad. Adelantó que seguirán incentivando la llegada de fresqueros de altura para que puedan abastecer a las plantas procesadoras y se esperanzó en que haya una recuperación en la pesquería del calamar ya que la abrupta caída que tuvieron los desembarques en los puertos de esa provincia obedece principalmente a ese factor.
“La situación en la que nos encontramos sigue siendo bastante compleja desde el punto de vista del acceso al recurso, esta corrido, esta relocalizado y la flota que siempre lo estuvo pescando ahora no tiene acceso. Esto se produjo el año pasado y la situación se mantiene igual”, dijo el funcionario a REVISTA PUERTO.
“Esperamos que con la campaña que ha iniciado el Oca Balda del INIDEP nos permita contar con información más certera de saber qué es lo que está pasando. Lo que pretendemos saber el estado de situación para planificar alternativas dentro del sector. Este es un problema que afecta muy fuertemente a Caleta Olivia y arrastra también a Puerto Deseado y sin recurso es muy difícil llevar adelante una gestión”, advirtió.
El licenciado Braccalenti sostuvo que hubo informes desde el punto de vista de la biología pesquera, “mostraron que hay una disminución de juveniles, lo que pasa es que no dicen cuáles son las causas. Las campañas del INIDEP lo que hacen es que se actualice la información y se pueda relacionar con muestras anteriores y con eso tratar de tomar mejores decisiones de manejo”.
No obstante, a pesar de las dificultades durante el año pasado “Puerto Deseado se mantuvo estable”, consideró “pero a la falta de recurso para la flota amarilla, también enfrentamos el problema de las falta de barcos. Incentivar a algunos para que vengan a Santa Cruz, hagan la logística y desarrollo de la actividad tarda un tiempo, mientras tanto la gente está esperando para poder trabajar”, expresó al describir el contexto de la industria pesquera santacruceña.
El Subsecretario de Pesca adelantó que “lo que vamos a tratar de hacer este año es alentar la llegada de barcos que vengan dándoles cupo y que esa materia prima se procese en las plantas de Santa Cruz. Durante el 2010 hemos trabajado para que se permita que los barcos reciban cuota social de otras provincias, porque los barcos que podrían venir a pescar acá son de Buenos Aires y por eso acordamos estas cuestiones con los consejeros de esa provincia en el CFP”, relató Braccalenti.
“También hemos permitido que un barco tangonero pueda ser fresquero y así abastecer a las plantas de procesamiento, pero claro ni bien empiece la temporada de langostino se dedicará a eso. Es decir, no tenemos un problema de cuotas sino que no tenemos barcos que salgan a pescar merluza y se procesen en las plantas”, dijo.
El gobierno santacruceño resolvió a principios de año mantener la vigencia de los subsidios que se vienen pagando a los marineros de Caleta Paula, como también a los estibadores como consecuencia de la falta de actividad. La falta de recurso “tiene su correlato en el aspecto social, porque no son ciudades muy grandes donde haya una diversificación económica y productiva donde se gente se pueda reinsertar en otra actividad, y por eso desde el Estado vemos de qué manera se los puede asistir durante este tiempo”, justificó.
Braccalenti lamentó que se disipe la posibilidad de ingreso de pesqueros de bandera china a los puertos patagónicos porque ello permitiría reactivar el trabajo en los muelles. “La información que hay es que la flota que opera fuera de la milla 200 no está encontrando calamar y si no tienen actividad se aleja la posibilidad que entren a puertos argentinos para tomar servicios o descargas. Lo que esperamos es que la zafra de calamar mejore para la flota nacional, porque si hay calamar las plantas van a poder trabajar en forma continuada, y crece la actividad portuaria”, reflexionó. “Si hubiera calamar ayudaría considerablemente a mejorar la situación porque además al tener un buen precio internacional permitiría un reproceso en tierra”, agregó.
La estadística es demoledora en cuanto al descenso que los desembarques que tuvieron los puertos de esa provincia. En 2010 se descargaron 46.405 toneladas, el registro más bajo del siglo. En 2009 había sido de 56.033 toneladas, en 2008 los buques llevaron a puertos santacruceños 130.861 toneladas de materia prima, en 2007 había sido mejor con 145.651 toneladas y en el año 2006 las capturas llegaron a 206.707 toneladas. Esto quiere decir que el año pasado se pescó apenas el 20 por ciento de lo que se pescó hace cinco.
“Las descargas pesqueras cayeron mucho en Santa Cruz y eso se debe principalmente a la ausencia de calamar”, describió Braccalenti, “y además antes había alrededor de 10 mil toneladas de merluza que se pescaban en el Golfo San Jorge con la flota artesanal, y eso no se ha podido pescar porque no está el recurso”, precisó.
En tanto, planteó como desafío de su gestión tratar de contener la situación sin desbordes sociales. “Lo que prendemos es que la actividad se mantenga estable y que los conflictos sociales sean mínimos. El año pasado apenas se pescaron en Santa Cruz 46 mil toneladas y dentro de todo mantuvimos la paz social, pero reconocemos que hubo problemas”, dijo.
Finalmente reconoció que “el langostino es lo que nos salvó el año pasado fue lo que permitió mantener la actividad y desde el Estado también hemos acompañado con medidas que apoyen al sector pesquero. Tenemos un intercambio de información constante entre Chubut y Santa Cruz y eso nos permitió acordar medidas tales como la reducción del valor de los permisos de pesca”, indicó.
Nelson Saldivia
El subsecretario de Pesca y Actividades Portuarias de Santa Cruz, Juan Carlos Braccalenti, reconoció que la flota amarilla sigue sin poder encontrar merluza en el área donde la pescaba siempre y el gobierno debió prorrogar el pago de subsidios por la casi nula actividad. Adelantó que seguirán incentivando la llegada de fresqueros de altura para que puedan abastecer a las plantas procesadoras y se esperanzó en que haya una recuperación en la pesquería del calamar ya que la abrupta caída que tuvieron los desembarques en los puertos de esa provincia obedece principalmente a ese factor.
“La situación en la que nos encontramos sigue siendo bastante compleja desde el punto de vista del acceso al recurso, esta corrido, esta relocalizado y la flota que siempre lo estuvo pescando ahora no tiene acceso. Esto se produjo el año pasado y la situación se mantiene igual”, dijo el funcionario a REVISTA PUERTO.
“Esperamos que con la campaña que ha iniciado el Oca Balda del INIDEP nos permita contar con información más certera de saber qué es lo que está pasando. Lo que pretendemos saber el estado de situación para planificar alternativas dentro del sector. Este es un problema que afecta muy fuertemente a Caleta Olivia y arrastra también a Puerto Deseado y sin recurso es muy difícil llevar adelante una gestión”, advirtió.
El licenciado Braccalenti sostuvo que hubo informes desde el punto de vista de la biología pesquera, “mostraron que hay una disminución de juveniles, lo que pasa es que no dicen cuáles son las causas. Las campañas del INIDEP lo que hacen es que se actualice la información y se pueda relacionar con muestras anteriores y con eso tratar de tomar mejores decisiones de manejo”.
No obstante, a pesar de las dificultades durante el año pasado “Puerto Deseado se mantuvo estable”, consideró “pero a la falta de recurso para la flota amarilla, también enfrentamos el problema de las falta de barcos. Incentivar a algunos para que vengan a Santa Cruz, hagan la logística y desarrollo de la actividad tarda un tiempo, mientras tanto la gente está esperando para poder trabajar”, expresó al describir el contexto de la industria pesquera santacruceña.
El Subsecretario de Pesca adelantó que “lo que vamos a tratar de hacer este año es alentar la llegada de barcos que vengan dándoles cupo y que esa materia prima se procese en las plantas de Santa Cruz. Durante el 2010 hemos trabajado para que se permita que los barcos reciban cuota social de otras provincias, porque los barcos que podrían venir a pescar acá son de Buenos Aires y por eso acordamos estas cuestiones con los consejeros de esa provincia en el CFP”, relató Braccalenti.
“También hemos permitido que un barco tangonero pueda ser fresquero y así abastecer a las plantas de procesamiento, pero claro ni bien empiece la temporada de langostino se dedicará a eso. Es decir, no tenemos un problema de cuotas sino que no tenemos barcos que salgan a pescar merluza y se procesen en las plantas”, dijo.
El gobierno santacruceño resolvió a principios de año mantener la vigencia de los subsidios que se vienen pagando a los marineros de Caleta Paula, como también a los estibadores como consecuencia de la falta de actividad. La falta de recurso “tiene su correlato en el aspecto social, porque no son ciudades muy grandes donde haya una diversificación económica y productiva donde se gente se pueda reinsertar en otra actividad, y por eso desde el Estado vemos de qué manera se los puede asistir durante este tiempo”, justificó.
Braccalenti lamentó que se disipe la posibilidad de ingreso de pesqueros de bandera china a los puertos patagónicos porque ello permitiría reactivar el trabajo en los muelles. “La información que hay es que la flota que opera fuera de la milla 200 no está encontrando calamar y si no tienen actividad se aleja la posibilidad que entren a puertos argentinos para tomar servicios o descargas. Lo que esperamos es que la zafra de calamar mejore para la flota nacional, porque si hay calamar las plantas van a poder trabajar en forma continuada, y crece la actividad portuaria”, reflexionó. “Si hubiera calamar ayudaría considerablemente a mejorar la situación porque además al tener un buen precio internacional permitiría un reproceso en tierra”, agregó.
La estadística es demoledora en cuanto al descenso que los desembarques que tuvieron los puertos de esa provincia. En 2010 se descargaron 46.405 toneladas, el registro más bajo del siglo. En 2009 había sido de 56.033 toneladas, en 2008 los buques llevaron a puertos santacruceños 130.861 toneladas de materia prima, en 2007 había sido mejor con 145.651 toneladas y en el año 2006 las capturas llegaron a 206.707 toneladas. Esto quiere decir que el año pasado se pescó apenas el 20 por ciento de lo que se pescó hace cinco.
“Las descargas pesqueras cayeron mucho en Santa Cruz y eso se debe principalmente a la ausencia de calamar”, describió Braccalenti, “y además antes había alrededor de 10 mil toneladas de merluza que se pescaban en el Golfo San Jorge con la flota artesanal, y eso no se ha podido pescar porque no está el recurso”, precisó.
En tanto, planteó como desafío de su gestión tratar de contener la situación sin desbordes sociales. “Lo que prendemos es que la actividad se mantenga estable y que los conflictos sociales sean mínimos. El año pasado apenas se pescaron en Santa Cruz 46 mil toneladas y dentro de todo mantuvimos la paz social, pero reconocemos que hubo problemas”, dijo.
Finalmente reconoció que “el langostino es lo que nos salvó el año pasado fue lo que permitió mantener la actividad y desde el Estado también hemos acompañado con medidas que apoyen al sector pesquero. Tenemos un intercambio de información constante entre Chubut y Santa Cruz y eso nos permitió acordar medidas tales como la reducción del valor de los permisos de pesca”, indicó.