El conocido como “síndrome de despoblamiento de las colmenas” causa una media anual de bajas del 25/30% frente a una media del 5/10% de mortandad natural.
COAG - Esta asociación recuerda que en nuestro país la pérdida de colonias de abejas por el síndrome de despoblamiento (CCD, en inglés) es un fenómeno conocido desde la primavera del año 2005. En la actualidad, se ha convertido en un grave problema estructural en las explotaciones apícolas al provocar una media anual de bajas del 25/30 % frente a una media del 5/10% de mortandad natural, lo que obliga a los apicultores a aumentar anualmente la tasa de reposición de enjambres (mayores costes de producción), así como a incrementar el número de colmenas para intentar paliar la pérdida de ingresos. Por ello, para España, como primer país apícola de la UE, el problema de la mortandad de colonias de abejas debe ser un asunto prioritario.
Como pasos previos para solucionar este problema, desde COAG se les han traslado a la Ministra los siguientes aspectos:
- Urge poner en marcha cuanto antes a nivel comunitario un Programa de Vigilancia que en la práctica ya debería estar funcionando en el conjunto de los Estados Miembros de la UE, con la participación directa de las organizaciones de los apicultores, para evaluar correctamente la mortandad de las abejas y recoger información para poder conocer y combatir sus causas.
- Asimismo, se debe instar a las autoridades estatales a establecer un sistema fiable para el censo anual de las colmenas, dado que salvo España (REGA) y otros dos EE.MM. que cuentan con un registro oficial de colmenas, el resto de países de la UE se basan sólo en datos estimados. “Sin la suficiente transparencia y un razonable control de la cabaña apícola en cada Estado Miembro, así como con la participación activa de los apicultores, será imposible disponer de información veraz sobre la mortandad de las abejas en cada campaña apícola”, ha apuntado González.
Del mismo modo, COAG señala en su carta a la Ministra que una de las posibles causas de la mortandad, cada día más documentada y que la propia Comisión Europea reconoce que hay que “aclarar si pueden afectar a la salud de las abejas y en qué medida”, es la utilización de los nuevos insecticidas sistémicos neurotóxicos (neonicotinoides y fenilpirazoles). En Francia, Italia, Alemania, Bélgica y otros países comunitarios se han producido episodios masivos de mortandad de abejas por toxicidad aguda, pero todo apunta a que el principal problema de estos insecticidas es la toxicidad crónica y los efectos subletales que debilitan la colonia de abejas, haciéndola primero improductiva y luego provocando su muerte.
Además, COAG destaca que el eje central de los problemas sanitarios de las colmenas en España, así como en el resto del sector apícola europeo, es la complicada situación de la lucha contra el parásito Varroa destructor, que sigue siendo una enfermedad parasitaria que está presente de forma permanente en la práctica totalidad de las colmenas a nivel mundial. Asimismo, la acción directa de esté ácaro sobre las abejas, debilita su sistema inmune y abre el paso a otros patógenos oportunistas. En la actualidad, el sector apícola dispone de pocos medicamentos veterinarios autorizados para combatirlo, debido a la aparición de resistencias, y con precios muy elevados, por lo que el coste sanitario que soportan las explotaciones apícolas como consecuencia de ello es mucho más elevado que en otras ganaderías.
COAG espera que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) se implique activamente en el análisis de la situación y en el diseño de una estrategia sanitaria que garanticen un futuro para el sector apícola en España, (primera potencia de la UE con 2,5 millones de colmenas y 5.350 apicultores profesionales) y en el resto de la UE.
COAG - Esta asociación recuerda que en nuestro país la pérdida de colonias de abejas por el síndrome de despoblamiento (CCD, en inglés) es un fenómeno conocido desde la primavera del año 2005. En la actualidad, se ha convertido en un grave problema estructural en las explotaciones apícolas al provocar una media anual de bajas del 25/30 % frente a una media del 5/10% de mortandad natural, lo que obliga a los apicultores a aumentar anualmente la tasa de reposición de enjambres (mayores costes de producción), así como a incrementar el número de colmenas para intentar paliar la pérdida de ingresos. Por ello, para España, como primer país apícola de la UE, el problema de la mortandad de colonias de abejas debe ser un asunto prioritario.
Como pasos previos para solucionar este problema, desde COAG se les han traslado a la Ministra los siguientes aspectos:
- Urge poner en marcha cuanto antes a nivel comunitario un Programa de Vigilancia que en la práctica ya debería estar funcionando en el conjunto de los Estados Miembros de la UE, con la participación directa de las organizaciones de los apicultores, para evaluar correctamente la mortandad de las abejas y recoger información para poder conocer y combatir sus causas.
- Asimismo, se debe instar a las autoridades estatales a establecer un sistema fiable para el censo anual de las colmenas, dado que salvo España (REGA) y otros dos EE.MM. que cuentan con un registro oficial de colmenas, el resto de países de la UE se basan sólo en datos estimados. “Sin la suficiente transparencia y un razonable control de la cabaña apícola en cada Estado Miembro, así como con la participación activa de los apicultores, será imposible disponer de información veraz sobre la mortandad de las abejas en cada campaña apícola”, ha apuntado González.
Del mismo modo, COAG señala en su carta a la Ministra que una de las posibles causas de la mortandad, cada día más documentada y que la propia Comisión Europea reconoce que hay que “aclarar si pueden afectar a la salud de las abejas y en qué medida”, es la utilización de los nuevos insecticidas sistémicos neurotóxicos (neonicotinoides y fenilpirazoles). En Francia, Italia, Alemania, Bélgica y otros países comunitarios se han producido episodios masivos de mortandad de abejas por toxicidad aguda, pero todo apunta a que el principal problema de estos insecticidas es la toxicidad crónica y los efectos subletales que debilitan la colonia de abejas, haciéndola primero improductiva y luego provocando su muerte.
Además, COAG destaca que el eje central de los problemas sanitarios de las colmenas en España, así como en el resto del sector apícola europeo, es la complicada situación de la lucha contra el parásito Varroa destructor, que sigue siendo una enfermedad parasitaria que está presente de forma permanente en la práctica totalidad de las colmenas a nivel mundial. Asimismo, la acción directa de esté ácaro sobre las abejas, debilita su sistema inmune y abre el paso a otros patógenos oportunistas. En la actualidad, el sector apícola dispone de pocos medicamentos veterinarios autorizados para combatirlo, debido a la aparición de resistencias, y con precios muy elevados, por lo que el coste sanitario que soportan las explotaciones apícolas como consecuencia de ello es mucho más elevado que en otras ganaderías.
COAG espera que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) se implique activamente en el análisis de la situación y en el diseño de una estrategia sanitaria que garanticen un futuro para el sector apícola en España, (primera potencia de la UE con 2,5 millones de colmenas y 5.350 apicultores profesionales) y en el resto de la UE.