Personal del Inidep y Prefectura obtienen datos de temperatura y salinidad con el objetivo de verificar cambios en el ambiente y su posible influencia en las especies. La tarea se realiza desde el guardacostas "Thompson".
Mediante un acuerdo marco, el Inidep y Prefectura operan en conjunto para la toma de datos en distintos puntos del Mar Argentino para verificar cambios ambientales en el medio.
La tarea se realiza particularmente en zonas de pesca a bordo del guardacostas GC-26 “Thompson” y con la asistencia del biólogo, Carlos Lasta, quien también es director del programa Sensoramiento Remoto en el instituto.
El buque, vale señalarlo, incorporó recientemente un termosalinómetro que le permite obtener indicadores de temperatura y salinidad mientras realiza sus habituales patrullajes.
Los científicos buscan obtener información que permita legitimar la lectura de los satélites y así contrastar la información captada desde la atmósfera con la realidad en el mar.
“Esos cuerpos leen la temperatura, color del mar, producción de clorofila, corrientes, derrotero de barcos o manchas de petróleo, pero es necesario cotejar”, informaron.
Además, está previsto que se incorporen a la base los datos suministrados por la flota pesquera y de esa manera fortalecer las diferentes líneas de investigación.
En definitiva, se busca verificar los cambios en el ambiente que pudiera estar produciendo el calentamiento global y cómo esas alteraciones influyen en el comportamiento de las especies.
PescareMediante un acuerdo marco, el Inidep y Prefectura operan en conjunto para la toma de datos en distintos puntos del Mar Argentino para verificar cambios ambientales en el medio.
La tarea se realiza particularmente en zonas de pesca a bordo del guardacostas GC-26 “Thompson” y con la asistencia del biólogo, Carlos Lasta, quien también es director del programa Sensoramiento Remoto en el instituto.
El buque, vale señalarlo, incorporó recientemente un termosalinómetro que le permite obtener indicadores de temperatura y salinidad mientras realiza sus habituales patrullajes.
Los científicos buscan obtener información que permita legitimar la lectura de los satélites y así contrastar la información captada desde la atmósfera con la realidad en el mar.
“Esos cuerpos leen la temperatura, color del mar, producción de clorofila, corrientes, derrotero de barcos o manchas de petróleo, pero es necesario cotejar”, informaron.
Además, está previsto que se incorporen a la base los datos suministrados por la flota pesquera y de esa manera fortalecer las diferentes líneas de investigación.
En definitiva, se busca verificar los cambios en el ambiente que pudiera estar produciendo el calentamiento global y cómo esas alteraciones influyen en el comportamiento de las especies.
