Vida Silvestre pide reducir la captura de juveniles y evitar la sobreexplotación.
La sobrepesca de merluza común y la captura de juveniles son dos de los aspectos clave de la actividad que aún no fueron resueltos por el gobierno nacional, hechos que ponen en riesgo el futuro de la actividad en el país y que en Río Negro vive tiempos de crisis.
A esta conclusión llegó la Fundación Vida Silvestre, que difundió un crítico informe sobre lo mal que terminó el año para la pesca de esta especie y lo sombrío que se presenta el 2011.
Según Vida Silvestre, en 2010 la Subsecretaría de Pesca de la Nación no adoptó las medidas necesarias para evitar que eso suceda y que la situación continúe agravándose.
Expresa la Fundación que tanto la captura de juveniles como la sobrepesca de merluza son una amenaza para el recurso. Plantea la necesidad de crear una política pesquera que garantice la sustentabilidad del sector.
Indicaron que el número de adultos en esta especie disminuyó en alrededor de un 80%, debido a la pesca de juveniles.
El informe, de tono muy crítico sobre la situación actual y sobre lo que le depara al sector pesquero de la merluza, también plantea algunas cuestiones que deberían implementarse para superar esta instancia.
"A principios de 2010, desde Vida Silvestre solicitamos, por un lado, disminuir las capturas permitidas un 30% y, por otro lado, establecer el uso obligatorio por parte de las empresas de algún dispositivo de selectividad que permita el escape de ejemplares juveniles. Ambas medidas buscaban, en el corto plazo, evitar que continúe disminuyendo la abundancia de adultos de esta especie, que en los últimos 20 años se redujo más del 80%", explicó Guillermo Cañete, Coordinador del Programa Marino de Vida Silvestre.
Informes técnicos (Nº 9/10 y 31/10) elaborados por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), basado en la campaña de investigación de juveniles realizada en 2010, señalaron una situación aún más crítica que la del año pasado: este año se registró una disminución importante de juveniles. Al mismo tiempo, en el Informe Técnico N° 16/10, los investigadores del Inidep advierten, aún más claramente, que la situación actual de explotación de la merluza es no sustentable.
Explica la Fundación que "a pesar de estos datos alarmantes, la Subsecretaría de Pesca no sólo no redujo la captura máxima permisible, sino que anunció que en la primera mitad del 2011 se sostendrán los niveles de capturas permitidos para el 2010. "Esas capturas ya eran excesivas y, sumadas a la falta de uso de dispositivos de selectividad por disposición del propio gobierno, pusieron en riesgo a los juveniles que habían ingresado al stock a principios de 2009. En un contexto más delicado como el que estamos atravesando, estas mismas decisiones podrían tener consecuencias aún más críticas que las actuales", señaló el representante de Vida Silvestre.
Recientemente, el subsecretario de Pesca, Norberto Yahuar, anunció la implementación de un sistema de cámaras a bordo de los barcos pesqueros para monitorear las capturas de cada uno de ellos. Para Vida Silvestre, la medida es necesaria pero insuficiente. "Las cámaras son sólo una nueva herramienta para monitorear una parte del problema, pero no resuelve los temas de fondo. Lo que realmente se necesita es un nuevo modelo pesquero para garantizar la sustentabilidad del sector", señaló Cañete.
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La sobrepesca de merluza común y la captura de juveniles son dos de los aspectos clave de la actividad que aún no fueron resueltos por el gobierno nacional, hechos que ponen en riesgo el futuro de la actividad en el país y que en Río Negro vive tiempos de crisis.
A esta conclusión llegó la Fundación Vida Silvestre, que difundió un crítico informe sobre lo mal que terminó el año para la pesca de esta especie y lo sombrío que se presenta el 2011.
Según Vida Silvestre, en 2010 la Subsecretaría de Pesca de la Nación no adoptó las medidas necesarias para evitar que eso suceda y que la situación continúe agravándose.
Expresa la Fundación que tanto la captura de juveniles como la sobrepesca de merluza son una amenaza para el recurso. Plantea la necesidad de crear una política pesquera que garantice la sustentabilidad del sector.
Indicaron que el número de adultos en esta especie disminuyó en alrededor de un 80%, debido a la pesca de juveniles.
El informe, de tono muy crítico sobre la situación actual y sobre lo que le depara al sector pesquero de la merluza, también plantea algunas cuestiones que deberían implementarse para superar esta instancia.
"A principios de 2010, desde Vida Silvestre solicitamos, por un lado, disminuir las capturas permitidas un 30% y, por otro lado, establecer el uso obligatorio por parte de las empresas de algún dispositivo de selectividad que permita el escape de ejemplares juveniles. Ambas medidas buscaban, en el corto plazo, evitar que continúe disminuyendo la abundancia de adultos de esta especie, que en los últimos 20 años se redujo más del 80%", explicó Guillermo Cañete, Coordinador del Programa Marino de Vida Silvestre.
Informes técnicos (Nº 9/10 y 31/10) elaborados por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), basado en la campaña de investigación de juveniles realizada en 2010, señalaron una situación aún más crítica que la del año pasado: este año se registró una disminución importante de juveniles. Al mismo tiempo, en el Informe Técnico N° 16/10, los investigadores del Inidep advierten, aún más claramente, que la situación actual de explotación de la merluza es no sustentable.
Explica la Fundación que "a pesar de estos datos alarmantes, la Subsecretaría de Pesca no sólo no redujo la captura máxima permisible, sino que anunció que en la primera mitad del 2011 se sostendrán los niveles de capturas permitidos para el 2010. "Esas capturas ya eran excesivas y, sumadas a la falta de uso de dispositivos de selectividad por disposición del propio gobierno, pusieron en riesgo a los juveniles que habían ingresado al stock a principios de 2009. En un contexto más delicado como el que estamos atravesando, estas mismas decisiones podrían tener consecuencias aún más críticas que las actuales", señaló el representante de Vida Silvestre.
Recientemente, el subsecretario de Pesca, Norberto Yahuar, anunció la implementación de un sistema de cámaras a bordo de los barcos pesqueros para monitorear las capturas de cada uno de ellos. Para Vida Silvestre, la medida es necesaria pero insuficiente. "Las cámaras son sólo una nueva herramienta para monitorear una parte del problema, pero no resuelve los temas de fondo. Lo que realmente se necesita es un nuevo modelo pesquero para garantizar la sustentabilidad del sector", señaló Cañete.

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