Piden por Scioli, cortan la calle, reclaman subsidios

Integrantes de la Unión de Trabajadores del Pescado y Afines se manifestaron frente al hotel que el gobernador utiliza de residencia en Mar del Plata. No los recibió nadie. Prometieron volver.
La Avenida Colón, frente al Hotel Hermitage, es uno de los puntos neurálgicos de la Mar del Plata turística. En la noche del jueves, la vía que comunica el oeste con el mar en su acceso más céntrico, fue cortada por manifestantes del pescado quienes le realizaron un escrache al gobernador, Daniel Scioli en respuesta a subsidios y jubilaciones prometidas, pero nunca efectivizadas. También bloquearon parte del Boulevar Marítimo, frente al Hotel Provincial.
Roberto Villaola es el presidente de la Unión de Trabajadores del Pescado y Afines, que opera bajo el ala de la CTA y quien encabezó el grupo de manifestantes que generó un caos vehicular cuando se manifestaron frente al hotel en el que reside Scioli cada vez que visita Mar del Plata.
“EL problema no es nuevo, viene desde junio del 2007, pero ahora se agravó y hay mucha gente desocupada por el agotamiento del recurso”, le dijo Villaola a REVISTA PUERTO. El dirigente encabezó las protestas que bloquearon el puerto en el año 2007 y canalizó el reclamo por la registración laboral bajo convenios colectivos.
Villaola no descansa para que la situación laboral de los obreros del pescado explotados mejore. Mientras tanto pugna por subsidios que permitan aliviar la delicada situación económica y social de sus representados. Y pide la jubilación para 600 compañeros que han trabajado bajo el sistema cooperativo y no tienen aportes registrados siquiera para cobrar la mínima.
El 18 de diciembre pasado Villaola y un par de delegados fueron recibidos por autoridades del Municipio y del Concejo Deliberante, quienes –según el dirigente– les prometieron subsidios y jubilaciones anticipadas para paliar la situación.
Una vez, Villaola logró tomar el recinto del Honorable Concejo Deliberante. Luego de permanecer 24 horas, creyó que se activarían respuestas oficiales y abandonó la sala. Por lo visto, mantiene la incredulidad en estado casi puro.
“No salieron ni los subsidios ni la jubilación anticipada que prometieron los concejales y el Intendente. Estamos hartos de que nos mientan y se nos burlen en la cara: nos dicen que nos van a dar subsidios y nos dan 150 pesos, como si con esa plata se le pudiera dar de comer a una familia”, cuestionó Villaola.
“Nosotros no estamos pidiendo ni más ni menos que tener un canal de diálogo razonable, civilizado”, reconoció.
La manifestación del jueves pasado habría que incluirla en esa búsqueda de comunicación con las autoridades. Pensó bien Villaola: en verano, una petición llevada a cabo de esa forma, interrumpiendo el tránsito y generando un pandemónium en la Av. Colón, es más factible de ser atendida que cualquier entrevista protocolar. Pero le salió mal a Villaola. Nadie lo atendió y se tuvo que ir antes que se largara a llover.
“No podemos seguir en este grado de precariedad. Se trata de cinco mil trabajadores sin estabilidad hoy y esto puede ir agravándose”, dijo exagerando un poco las cifras. Pero ni así lo atendieron. “Es vergonzoso que la industria que sostiene al Municipio de General Pueyrredon no pueda paliar esta situación. Alguien tiene que poner la cara”.
Villaola y los suyos se fueron sin ver la cara que pretendían. Prometieron volver, cuando el verano se sienta a pleno en la ciudad, a plena luz del día, como para que el caos vehicular sea más importante. Oportunidad para intentar encontrarse con Scioli no faltará. Por estos días el Gobernador ha mudado su despacho a una suite del Hermitage.

ROBERTO GARRONE