(NAP) La fuerte caída de la producción ganadera producida en la Argentina por la sequía y otros factores, sumado a la crisis económica global que produjo un encarecimiento de la carne y la merma del poder adquisitivo de los consumidores, reorientaron el consumo de proteinas de origen animal hacia las acrners de pollo y porcinos.
En 2010 la producción de pollo en Argentina aumentó 8,5 % mientras que la de bovino se contrajo en más del 20 %. En cuanto a la de pollo alcanzó un récord de 1,7 millones de toneladas, mientras que la de bovino llegó a 2,7 millones de toneladas, la misma que en 1997, mientras que la cabaña ganadera registró una cifra similar a la de 2005, indicó el portal de noticias Eurocarne.
Actualmente cada argentino consume alrededor de 37 kg de carne de pollo al año, y los avicultores prevén que en siete años más ese consumo llegue a 44 kg.
Algo similar sucede en Brasil, en donde, de enero a diciembre de 2010, el precio de la carne de bovino en el mercado doméstico aumentó más del 30 %, por lo que los consumidores optaron por carne de pollo y porcino, lo cual hacia finales del año también provocó un aumento en los precios de estos dos tipos de carne debido a la alta demanda, aunque siempre inferiores a los de la carne de bovino
En 2010 la producción de pollo en Argentina aumentó 8,5 % mientras que la de bovino se contrajo en más del 20 %. En cuanto a la de pollo alcanzó un récord de 1,7 millones de toneladas, mientras que la de bovino llegó a 2,7 millones de toneladas, la misma que en 1997, mientras que la cabaña ganadera registró una cifra similar a la de 2005, indicó el portal de noticias Eurocarne.
Actualmente cada argentino consume alrededor de 37 kg de carne de pollo al año, y los avicultores prevén que en siete años más ese consumo llegue a 44 kg.
Algo similar sucede en Brasil, en donde, de enero a diciembre de 2010, el precio de la carne de bovino en el mercado doméstico aumentó más del 30 %, por lo que los consumidores optaron por carne de pollo y porcino, lo cual hacia finales del año también provocó un aumento en los precios de estos dos tipos de carne debido a la alta demanda, aunque siempre inferiores a los de la carne de bovino
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