En el sitio web de la institución se destaca que uno de esos departamentos de estudio es la Sección Granos, dentro de la cual existe el "Proyecto Interinstitucional Independiente: Plantas Forrajeras", donde las líneas de investigación y desarrollo en marcha son: * Investigación en bovinos para carne; * Desarrollo de la ganadería de bovinos para carne; * Transferencia en Tecnologías disponibles; * Docencia con estudiantes universitarios y del ciclo medio.
En cuanto a la temática "Producción de pasturas", las líneas de trabajo son: * Determinación de rendimiento en kg Ms (masa seca) /ha en distintas zonas; * Determinación de curvas de producción; * Evaluación de nuevas especies y variedades.
Respecto de la "Ganancia de peso del animal", los investigadores trabajan sobre * Manejo de la carga animal, y * Utilización de suplementación.
Y en relación al "Manejo del pastoreo", investigan sobre: * Persistencia de la pastura; * Capacidad de rebrote; * Impacto en el suelo.
Por ello, resulta de importancia conocer la opinión de los especialistas en cuanto a la problemática que existe en la producción de pasturas para ganado en Tucumán, tomando en cuenta la incidencia del factor climático y el atraso que tienen las pasturas en su desarrollo.
LA GACETA Rural consultó a la ingeniera zootecnista Gabriela Alcocer, de la Sección Granos, cultivos industriales y forrajeras de la Eeaoc, quien reseñó el panorama existente y proyectó algunas sugerencias para los productores.
Los planteos ganaderos de la zona tienen fundamentalmente como base forrajera a gramíneas perennes megatérmicas, que presentan su mayor crecimiento durante el período estival y se detiene con las primeras heladas, mencionó.
Las precipitaciones y temperaturas son los factores que más influyen en la producción de estas pasturas, y en cómo ésta producción se distribuye durante la época estival, agregó.
Las lluvias de primavera son las que favorecen el rebrote inicial de las pasturas (luego de un período invernal donde no hay crecimiento) e inciden de manera importante en la producción de forraje anual. Es por eso que esta "prolongada primavera seca" (en Tucumán) preocupó tanto al productor.
"Si bien tuvimos temperaturas adecuadas para su crecimiento, este se vio limitado por la falta de humedad en el perfil de los suelos", explicó Alcocer.
Sin embargo, aclaró que "aunque las últimas precipitaciones ocurridas traen cierto alivio, los productores deberán esperar aproximadamente entre 20 a 30 días para poder pastorear los potreros, ya que como decimos entre ganaderos ’cuando llueve no llueve pasto, hay que esperarlo’".
Hay que considerar que cuando se produce un déficit de lluvias en primavera no es solo de efecto instantáneo, si no que se refleja en el potencial total de crecimiento. "Por más que llueva una cantidad que recupere los milímetros faltantes, la producción total de las pasturas ya se resiente, hasta en un 30% de su potencial original", señaló. De acuerdo a evaluaciones realizadas por el ingeniero Pedro Pérez (Facultad de Agronomía y Zootecnia-UNT), las lluvias de octubre, noviembre y diciembre definen la producción del ciclo húmedo.
La condición de sequía afecta a todas las pasturas en general. Existen cultivares con tolerancia a la sequía, que se afectan menos que otros. Pero de todas formas son de menor potencial productivo, por lo que no puede esperarse que el problema se solucione con una mayor proporción de estos.
En Tucumán, el "Gatton panic" (Panicum maximun) es la pastura que se encuentra en mayor proporción con respecto a los diferentes cultivares de "Grama Rhodes" (Chloris gayana) o "Buffel" (Cenchrus ciliaris). Esta última es la de mayor tolerancia a la sequía.
Las especies forrajeras se comportan de manera diferencial en cuanto a su producción y distribución en el período de crecimiento, lo cual debe tenerse en cuenta al planificar una cadena forrajera.
Los potreros con "Buffel", ante una situación de falta de precipitaciones, se convierten en una pieza clave, ya que son los que aportan una provisión de pasto tempranamente; su rebrote es rápido, aún cuando las precipitaciones no fueran las más importantes.
"Si el productor se encuentra ante escasez de forraje debe priorizar el cuidado sobre las categorías con mayor requerimiento" -recomendó-, que en un rodeo de cría son las vaquillonas y vacas paridas, amamantando y que deben preñarse nuevamente. Aquellas zonas que estuvieron con sequía hasta ahora, "deberán afrontar un ciclo 2011 que ofrecerá mermas de hasta un 30 % sobre las producciones normales, por más que desde ahora llueva regularmente y en cantidades adecuadas", puntualizó.
"Este es el momento de planificar destetes anticipados, hacer una selección más estricta al elegir los ’refugos’ y adelantar las ventas de otoño de ser necesario", recomendó Alcocer.
La Gaceta
En cuanto a la temática "Producción de pasturas", las líneas de trabajo son: * Determinación de rendimiento en kg Ms (masa seca) /ha en distintas zonas; * Determinación de curvas de producción; * Evaluación de nuevas especies y variedades.
Respecto de la "Ganancia de peso del animal", los investigadores trabajan sobre * Manejo de la carga animal, y * Utilización de suplementación.
Y en relación al "Manejo del pastoreo", investigan sobre: * Persistencia de la pastura; * Capacidad de rebrote; * Impacto en el suelo.
Por ello, resulta de importancia conocer la opinión de los especialistas en cuanto a la problemática que existe en la producción de pasturas para ganado en Tucumán, tomando en cuenta la incidencia del factor climático y el atraso que tienen las pasturas en su desarrollo.
LA GACETA Rural consultó a la ingeniera zootecnista Gabriela Alcocer, de la Sección Granos, cultivos industriales y forrajeras de la Eeaoc, quien reseñó el panorama existente y proyectó algunas sugerencias para los productores.
Los planteos ganaderos de la zona tienen fundamentalmente como base forrajera a gramíneas perennes megatérmicas, que presentan su mayor crecimiento durante el período estival y se detiene con las primeras heladas, mencionó.
Las precipitaciones y temperaturas son los factores que más influyen en la producción de estas pasturas, y en cómo ésta producción se distribuye durante la época estival, agregó.
Las lluvias de primavera son las que favorecen el rebrote inicial de las pasturas (luego de un período invernal donde no hay crecimiento) e inciden de manera importante en la producción de forraje anual. Es por eso que esta "prolongada primavera seca" (en Tucumán) preocupó tanto al productor.
"Si bien tuvimos temperaturas adecuadas para su crecimiento, este se vio limitado por la falta de humedad en el perfil de los suelos", explicó Alcocer.
Sin embargo, aclaró que "aunque las últimas precipitaciones ocurridas traen cierto alivio, los productores deberán esperar aproximadamente entre 20 a 30 días para poder pastorear los potreros, ya que como decimos entre ganaderos ’cuando llueve no llueve pasto, hay que esperarlo’".
Hay que considerar que cuando se produce un déficit de lluvias en primavera no es solo de efecto instantáneo, si no que se refleja en el potencial total de crecimiento. "Por más que llueva una cantidad que recupere los milímetros faltantes, la producción total de las pasturas ya se resiente, hasta en un 30% de su potencial original", señaló. De acuerdo a evaluaciones realizadas por el ingeniero Pedro Pérez (Facultad de Agronomía y Zootecnia-UNT), las lluvias de octubre, noviembre y diciembre definen la producción del ciclo húmedo.
La condición de sequía afecta a todas las pasturas en general. Existen cultivares con tolerancia a la sequía, que se afectan menos que otros. Pero de todas formas son de menor potencial productivo, por lo que no puede esperarse que el problema se solucione con una mayor proporción de estos.
En Tucumán, el "Gatton panic" (Panicum maximun) es la pastura que se encuentra en mayor proporción con respecto a los diferentes cultivares de "Grama Rhodes" (Chloris gayana) o "Buffel" (Cenchrus ciliaris). Esta última es la de mayor tolerancia a la sequía.
Las especies forrajeras se comportan de manera diferencial en cuanto a su producción y distribución en el período de crecimiento, lo cual debe tenerse en cuenta al planificar una cadena forrajera.
Los potreros con "Buffel", ante una situación de falta de precipitaciones, se convierten en una pieza clave, ya que son los que aportan una provisión de pasto tempranamente; su rebrote es rápido, aún cuando las precipitaciones no fueran las más importantes.
"Si el productor se encuentra ante escasez de forraje debe priorizar el cuidado sobre las categorías con mayor requerimiento" -recomendó-, que en un rodeo de cría son las vaquillonas y vacas paridas, amamantando y que deben preñarse nuevamente. Aquellas zonas que estuvieron con sequía hasta ahora, "deberán afrontar un ciclo 2011 que ofrecerá mermas de hasta un 30 % sobre las producciones normales, por más que desde ahora llueva regularmente y en cantidades adecuadas", puntualizó.
"Este es el momento de planificar destetes anticipados, hacer una selección más estricta al elegir los ’refugos’ y adelantar las ventas de otoño de ser necesario", recomendó Alcocer.
La Gaceta
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