domingo, 12 de diciembre de 2010

Con la tecnología adecuada se puede lograr más materia grasa en girasol

(NA) -- El aceite es el principal
subproducto industrial de la semilla de Girasol y el uso de
tecnología que asegure el nivel de materia grasa es una de las
claves para la rentabilidad del negocio.
   Según diferentes ensayos realizados en la zona oeste de
Provincia de Buenos Aires, el uso de YaraVita Bortrac, por su
alta concentración de boro, arrojó incrementos de un cuatro por
ciento más de materia grasa en los cultivos tratados que en los
testigos.
   El aceite es el principal subproducto industrial de la semilla
de girasol: Su valor se ve reflejado en los precios del mercado
disponible y en las cotizaciones a cosecha de la semilla.
   Los 1.365 dólares la tonelada FOB Argentina registrados a
mediados de noviembre para el aceite de girasol ponen en
evidencia el negocio que implica hoy utilizar todas las
herramientas tecnológicas disponibles para la rentabilidad del
planteo productivo.
   La disminución de la producción de girasol y colza en el
hemisferio norte, asociada a una demanda sostenida de los países
en crecimiento, ha posibilitado que los precios de los aceites
estén en sus máximos históricos, aunque aún no alcancen el récord
del 2008.
   En este contexto se torna indiscutible la posibilidad de
incrementar el ingreso por hectárea a través de la implementación
de tecnologías ya probadas, en este caso asociadas a la
nutrición.
   Asegurar una adecuada nutrición, balanceada y ajustada al
presupuesto del planteo productivo, es una de las claves del
éxito del cultivo.
   Luego del nitrógeno, el fósforo, y en algunos casos el azufre,
el boro es el nutriente esencial en la determinación del
rendimiento y contenido de aceite de girasol.
   El boro es un elemento esencial para la fijación y llenado de
granos en el girasol, permite obtener aumentos de rendimiento
entre un 10 hasta 20 por ciento.
   Un diagnóstico preciso es una de las llaves que permite elevar
la rentabilidad de la práctica, por eso determinar el contenido
de boro mediante un análisis de suelo siempre es una decisión
adecuada.
   Bajo contenido de materia orgánica, alto contenido de calcio,
pH del suelo menor a 5.5, y períodos de restricción hídrica son
condiciones predisponentes a generar deficiencias de boro.
   En casos extremos de deficiencias de boro en suelo pueden
observarse síntomas clínicos, como el "cuello de cisne" 
(estrangulamiento del tallo a nivel de la inserción del capítulo)
y "corte de cuchillo" (manifestado como una mancha parda, 
tornándose a necrótica, paralela al tallo).
   En casos severos, puede haber caída de capítulos: Las
deficiencias de boro afectan también la elongación de las raíces,
y es común observar fallas en el cuaje y deformación de
capítulos.
   Los micronutrientes como el boro son consumidos por la planta
en pequeñas cantidades (gramos por hectárea), por eso la forma de
aplicación debe ser muy eficiente para entregar la dosis indicada
a cada planta y de manera homogénea en el lote.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.