La veda para la extracción y consumo de moluscos sigue vigente en la costa atlántica de Sierra Grande.
Los niveles de toxicidad continúan dando altos como hace casi dos meses. Todavía se mantienen por encima de los 400 "situación que genera que toda la zona de puerto Lobos permanezca vedada hasta tanto desciendan los niveles de toxicidad", sostuvo el coordinador regional de Salud Ambiental de la provincia, Carlos Chiosso. Detalló que desde Punta Pórfido al sur continúa la veda para la extracción y consumo de moluscos, al destacar que la marea roja ya se cobró una vida en la zona de Rada Tili, Chubut.
Un informe de Epidemiología de la Nación confirmó la muerte de una persona producto de la marea roja en aquella provincia donde se registró un brote en enero y otro a fines de noviembre en coincidencia con el detectado en el Golfo San Matías.
En el primero de ellos cinco personas debieron ser atendidas por consumir moluscos infectados con la toxina y en el segundo la misma cantidad, resultando fatal uno de ellos.
"Esto demuestra que a veces la alarma no nos deja conformes a todos porque corta el trabajo y demás pero salva vidas", enfatizó Chiosso al hacer referencia al trágico resultado y a las molestias que genera una veda para quienes viven de la pesca de moluscos o están acostumbrados a que la extracción en la costa forme parte de un fin de semana de paseo.
Los niveles de toxicidad continúan dando altos como hace casi dos meses. Todavía se mantienen por encima de los 400 "situación que genera que toda la zona de puerto Lobos permanezca vedada hasta tanto desciendan los niveles de toxicidad", sostuvo el coordinador regional de Salud Ambiental de la provincia, Carlos Chiosso. Detalló que desde Punta Pórfido al sur continúa la veda para la extracción y consumo de moluscos, al destacar que la marea roja ya se cobró una vida en la zona de Rada Tili, Chubut.
Un informe de Epidemiología de la Nación confirmó la muerte de una persona producto de la marea roja en aquella provincia donde se registró un brote en enero y otro a fines de noviembre en coincidencia con el detectado en el Golfo San Matías.
En el primero de ellos cinco personas debieron ser atendidas por consumir moluscos infectados con la toxina y en el segundo la misma cantidad, resultando fatal uno de ellos.
"Esto demuestra que a veces la alarma no nos deja conformes a todos porque corta el trabajo y demás pero salva vidas", enfatizó Chiosso al hacer referencia al trágico resultado y a las molestias que genera una veda para quienes viven de la pesca de moluscos o están acostumbrados a que la extracción en la costa forme parte de un fin de semana de paseo.
Fuente: Río Negro Online
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