Repsol-YPF está buscando 280.000 barriles de diésel bajo en sulfuro en la costa estadounidense del Golfo para embarcarlo con destino a la Argentina hacia fines de diciembre, para reemplazar la producción de crudo que se perdió por disputas laborales, dijo este viernes una fuente naviera.
YPF, la unidad argentina de la petrolera española Repsol-YPF, frenó sus operaciones en varias zonas del sur argentino, debido a un extendido conflicto laboral. Cerca de un tercio del petróleo argentino se produce en esa área.
En tanto, la petrolera la estatal venezolana PDVSA también está buscando 380.000 barriles por mes de diésel bajo en sulfuro para seis meses empezando desde febrero.
En Buenos Aires, en tanto, la Secretaría de Energía aumentó ayer el precio de venta del biodiésel que constituye el 5% del gasoil que se comercializa en el país. La dependencia, a cargo de Daniel Cameron, debe publicar al inicio de cada mes el valor del biodiésel pero no lo hizo en octubre, noviembre y diciembre debido a la Resolución 295 de la Secretaría de Comercio Interior que congela el valor de los combustibles al 31 de julio.
La decisión de la Secretaría de Energía se conoció 24 horas después de que YPF empezó a aplicar un incremento de hasta un 5,9% en el precio de naftas y gasoil.
El gerente de Relaciones Públicas de la petrolera Esso, Tomás Hess, dijo a su vez ayer que mantuvo un encuentro con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y que éste manifestó la intención de levantar el congelamiento. Hess añadió que "las empresas tenemos la esperanza de que la 295 se derogue porque interpretamos que no podemos decidir aumentos hasta que se publique la resolución en el Boletín Oficial".
Por su parte, la angloholandesa Shell dijo en un breve comunicado que "cumple siempre con las regulaciones vigentes y cuando considera que las mismas son contrarias a derecho recurre a la Justicia para que las interprete o resuelva nuestro agravio". Shell agregó que "tampoco acepta autorizaciones ni órdenes no escritas provengan de donde provengan". Esta petrolera tiene además una situación particular con la 295, porque se presentó en la Justicia con el fundamento de que el congelamiento es contrario a la libertad de precios de los combustibles decidida por normas de mayor jerarquía. La Justicia en primera instancia falló a favor de Shell por lo que hubiera podido subir los precios, pero la medida judicial quedó suspendida cuando Comercio Interior apeló.
Por su parte, fuentes de la brasileña Petrobras indicaron que "la empresa está analizando la situación porque legalmente no se pueden mover los precios. Agregaron que el consumidor va a buscar el producto que esté más barato, y los que tenemos ahora los precios más bajos representamos una porción pequeña del mercado por lo que rápidamente podríamos quedarnos sin combustibles".
Según relevamientos de medios periodísticos locales en estaciones de servicio, algunas de Petrobras, Shell y Esso que no pertenecen a esas compañías, sino que son propiedad de terceros, estarían aplicando subas por su cuenta aprovechando el hecho de que YPF aumentó y también para no quedarse rápidamente sin stocks.
El gobernador de Chubut, Mario das Neves, responsabilizó a YPF ante la falta de solución del conflicto petrolero en la Patagonia, que ya lleva 16 días, y defendió la posición de los trabajadores, que reclaman el pago de una diferencia salarial por reencuadramiento gremial. El mandatario provincial tildó de "prepotentes" a los dirigentes de la empresa y reclamó que se sienten en la mesa de diálogo para resolver el conflicto. "Evidentemente no se puede manejar YPF y el negocio del petróleo desde Puerto Madero (un selecto barrio de Buenos Aires); hay que caminar, andar y conocer el negocio. Y no se puede decir ‘si no arreglan el conflicto los trabajadores, nos vamos‘", manifestó Das Neves.
El gobernador se mostró preocupado por la situación, ya que "se está llegando a la capacidad total de almacenamiento y si se deja de producir, en poco tiempo más va a haber problemas de abastecimiento de combustible".
En tanto, el Sindicato del Personal Jerárquico de YPF continúa con el bloqueo de la planta de Terminales Marítimas Patagónicas (Termap), donde se almacenan y cargan los barcos con petróleo en Comodoro Rivadavia, y el conflicto, que ya lleva dos semanas, no logra solucionarse.
YPF, la unidad argentina de la petrolera española Repsol-YPF, frenó sus operaciones en varias zonas del sur argentino, debido a un extendido conflicto laboral. Cerca de un tercio del petróleo argentino se produce en esa área.
En tanto, la petrolera la estatal venezolana PDVSA también está buscando 380.000 barriles por mes de diésel bajo en sulfuro para seis meses empezando desde febrero.
En Buenos Aires, en tanto, la Secretaría de Energía aumentó ayer el precio de venta del biodiésel que constituye el 5% del gasoil que se comercializa en el país. La dependencia, a cargo de Daniel Cameron, debe publicar al inicio de cada mes el valor del biodiésel pero no lo hizo en octubre, noviembre y diciembre debido a la Resolución 295 de la Secretaría de Comercio Interior que congela el valor de los combustibles al 31 de julio.
La decisión de la Secretaría de Energía se conoció 24 horas después de que YPF empezó a aplicar un incremento de hasta un 5,9% en el precio de naftas y gasoil.
El gerente de Relaciones Públicas de la petrolera Esso, Tomás Hess, dijo a su vez ayer que mantuvo un encuentro con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y que éste manifestó la intención de levantar el congelamiento. Hess añadió que "las empresas tenemos la esperanza de que la 295 se derogue porque interpretamos que no podemos decidir aumentos hasta que se publique la resolución en el Boletín Oficial".
Por su parte, la angloholandesa Shell dijo en un breve comunicado que "cumple siempre con las regulaciones vigentes y cuando considera que las mismas son contrarias a derecho recurre a la Justicia para que las interprete o resuelva nuestro agravio". Shell agregó que "tampoco acepta autorizaciones ni órdenes no escritas provengan de donde provengan". Esta petrolera tiene además una situación particular con la 295, porque se presentó en la Justicia con el fundamento de que el congelamiento es contrario a la libertad de precios de los combustibles decidida por normas de mayor jerarquía. La Justicia en primera instancia falló a favor de Shell por lo que hubiera podido subir los precios, pero la medida judicial quedó suspendida cuando Comercio Interior apeló.
Por su parte, fuentes de la brasileña Petrobras indicaron que "la empresa está analizando la situación porque legalmente no se pueden mover los precios. Agregaron que el consumidor va a buscar el producto que esté más barato, y los que tenemos ahora los precios más bajos representamos una porción pequeña del mercado por lo que rápidamente podríamos quedarnos sin combustibles".
Según relevamientos de medios periodísticos locales en estaciones de servicio, algunas de Petrobras, Shell y Esso que no pertenecen a esas compañías, sino que son propiedad de terceros, estarían aplicando subas por su cuenta aprovechando el hecho de que YPF aumentó y también para no quedarse rápidamente sin stocks.
El gobernador de Chubut, Mario das Neves, responsabilizó a YPF ante la falta de solución del conflicto petrolero en la Patagonia, que ya lleva 16 días, y defendió la posición de los trabajadores, que reclaman el pago de una diferencia salarial por reencuadramiento gremial. El mandatario provincial tildó de "prepotentes" a los dirigentes de la empresa y reclamó que se sienten en la mesa de diálogo para resolver el conflicto. "Evidentemente no se puede manejar YPF y el negocio del petróleo desde Puerto Madero (un selecto barrio de Buenos Aires); hay que caminar, andar y conocer el negocio. Y no se puede decir ‘si no arreglan el conflicto los trabajadores, nos vamos‘", manifestó Das Neves.
El gobernador se mostró preocupado por la situación, ya que "se está llegando a la capacidad total de almacenamiento y si se deja de producir, en poco tiempo más va a haber problemas de abastecimiento de combustible".
En tanto, el Sindicato del Personal Jerárquico de YPF continúa con el bloqueo de la planta de Terminales Marítimas Patagónicas (Termap), donde se almacenan y cargan los barcos con petróleo en Comodoro Rivadavia, y el conflicto, que ya lleva dos semanas, no logra solucionarse.
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