La industria pesquera argentina podría cerrar el año facturando más de 1300 millones de dólares por sus exportaciones.
Pese a la recesión que aún persiste en los principales mercados, el sector logró incrementar el volumen de ventas y obtener mejores precios, en especial, para el calamar y el langostino.
Los últimos datos oficiales disponibles sobre las descargas y las exportaciones pesqueras argentinas, indican que 2010 concluirá con cifras más que aceptables, que dan cuenta de la recuperación experimentada por el sector tras la crisis que golpeó a los principales mercados internacionales entre 2008 y 2009. Si bien aún persisten en el horizonte algunos nubarrones y complicaciones para capitalizar en el plano interno la buena racha, todo indica que al concluir el año la industria podría llegar a concretar exportaciones por un total de 1300 millones de dólares, batiendo así un récord histórico. En gran medida, el incremento en la facturación registrado este año obedece a la notable mejoría en la comercialización de dos especies que años atrás, habían tenido un pésimo rendimiento: el calamar y el langostino.
Ambos recursos experimentaron una notable recuperación respecto de otras temporadas.
El 2009 fue para el calamar el peor año de la historia ya que además de obtener muy escasas capturas, el sector se había encontrado con mercados abarrotados de mercadería, escaso interés por comprar y precios bajísimos que llevaron a muchos hasta el quebranto.
En cambio en 2010 la situación fue muy diferente. Según los datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación, hasta el 31 de octubre último la industria pesquera local vendió casi 47 mil toneladas de calamar illex en distintas presentaciones, obteniendo por ello poco más de 105 millones de pesos.
Lo extraordinario fue que si bien el volumen de las ventas bajó un 7,6%, los ingresos mejoraron un 75% respecto de 2009, gracias a que el precio promedio de la especie subió un 90.1%.
Lo cierto es que la asombrosa recuperación de los valores del calamar, lejos de traducirse en una rentabilidad neta para las empresas, significó para muchos apenas la posibilidad de recuperarse de los estragos sufridos en temporadas anteriores.
La otra especie que generó buenas ganancias fue el langostino que también venía en picada en los últimos años. Hasta octubre de 2010, la industria exportó unas 54 mil toneladas, por un valor de 400 millones de pesos.
En este caso, al comparar las cifras con las del año pasado, se advierte que hubo una suba del 23,8% en volumen y del 49,5% en facturación por ventas al exterior.
En gran medida, la mejoría en el mercado del langostino se explica por la gran calidad de la materia prima obtenida en aguas nacionales, que permitió que las empresas obtuvieran muchos mejores precios a la hora de negociar.
La recuperación del calamar y del langostino tuvo lugar pese a la situación de crisis por la que todavía atraviesan los países que más se destacan en el consumo de estas especies, como son España, Italia o Estados Unidos.
Más allá de las optimistas cifras globales, hubo durante este año algunos indicios sobre la forma en la que la crisis que aún persiste modificó ciertos aspectos del negocio, obligando a las empresas a adaptarse a nuevas demandas de mercados que se encuentran recesión y en los que hay menor poder adquisitivo.
En el caso del langostino, por ejemplo, comenzó a consolidarse una tendencia de demanda de empaques más pequeños a los tradicionales que permitan presentar en las góndolas raciones más chicas y, por lo tanto, más accesibles en precio para los consumidores finales.
Si bien hasta ahora la Subsecretaría de Pesca de la Nación difundió los datos de exportaciones registrados hasta octubre, se espera que las cifras correspondientes a los últimos dos meses del año que restan elaborar no modifiquen el optimista pronóstico que existe en el sector, en cuanto a la posibilidad de superar el récord de facturación global, pasando los 1300 millones de dólares.
Si se tiene en cuenta que hasta el 31 de octubre fueron despachadas 358 mil toneladas de pescados y mariscos al exterior, por un total de 1.004 millones de dólares, es posible que al concluir este año el pronóstico de récord de facturación se cumpla con facilidad.
El repunte en la comercialización de calamar y langostino si bien tuvieron su efecto más favorable en la Patagonia, también generaron beneficios en Mar del Plata, donde la mayor parte de la actividad de concentra en torno a la pesca de merluza hubbsi. Según los datos oficiales, esta especie siguió liderando las ventas con el envío de 126 mil toneladas hasta el octubre, por un monto de 282 millones de dólares.
Esto representó un incremento del 2,6% en volumen y del 6,2% respecto de las cifras obtenidas en 2009.
LA CAPITAL DE MAR DEL PLATA
Pese a la recesión que aún persiste en los principales mercados, el sector logró incrementar el volumen de ventas y obtener mejores precios, en especial, para el calamar y el langostino.
Los últimos datos oficiales disponibles sobre las descargas y las exportaciones pesqueras argentinas, indican que 2010 concluirá con cifras más que aceptables, que dan cuenta de la recuperación experimentada por el sector tras la crisis que golpeó a los principales mercados internacionales entre 2008 y 2009. Si bien aún persisten en el horizonte algunos nubarrones y complicaciones para capitalizar en el plano interno la buena racha, todo indica que al concluir el año la industria podría llegar a concretar exportaciones por un total de 1300 millones de dólares, batiendo así un récord histórico. En gran medida, el incremento en la facturación registrado este año obedece a la notable mejoría en la comercialización de dos especies que años atrás, habían tenido un pésimo rendimiento: el calamar y el langostino.
Ambos recursos experimentaron una notable recuperación respecto de otras temporadas.
El 2009 fue para el calamar el peor año de la historia ya que además de obtener muy escasas capturas, el sector se había encontrado con mercados abarrotados de mercadería, escaso interés por comprar y precios bajísimos que llevaron a muchos hasta el quebranto.
En cambio en 2010 la situación fue muy diferente. Según los datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación, hasta el 31 de octubre último la industria pesquera local vendió casi 47 mil toneladas de calamar illex en distintas presentaciones, obteniendo por ello poco más de 105 millones de pesos.
Lo extraordinario fue que si bien el volumen de las ventas bajó un 7,6%, los ingresos mejoraron un 75% respecto de 2009, gracias a que el precio promedio de la especie subió un 90.1%.
Lo cierto es que la asombrosa recuperación de los valores del calamar, lejos de traducirse en una rentabilidad neta para las empresas, significó para muchos apenas la posibilidad de recuperarse de los estragos sufridos en temporadas anteriores.
La otra especie que generó buenas ganancias fue el langostino que también venía en picada en los últimos años. Hasta octubre de 2010, la industria exportó unas 54 mil toneladas, por un valor de 400 millones de pesos.
En este caso, al comparar las cifras con las del año pasado, se advierte que hubo una suba del 23,8% en volumen y del 49,5% en facturación por ventas al exterior.
En gran medida, la mejoría en el mercado del langostino se explica por la gran calidad de la materia prima obtenida en aguas nacionales, que permitió que las empresas obtuvieran muchos mejores precios a la hora de negociar.
La recuperación del calamar y del langostino tuvo lugar pese a la situación de crisis por la que todavía atraviesan los países que más se destacan en el consumo de estas especies, como son España, Italia o Estados Unidos.
Más allá de las optimistas cifras globales, hubo durante este año algunos indicios sobre la forma en la que la crisis que aún persiste modificó ciertos aspectos del negocio, obligando a las empresas a adaptarse a nuevas demandas de mercados que se encuentran recesión y en los que hay menor poder adquisitivo.
En el caso del langostino, por ejemplo, comenzó a consolidarse una tendencia de demanda de empaques más pequeños a los tradicionales que permitan presentar en las góndolas raciones más chicas y, por lo tanto, más accesibles en precio para los consumidores finales.
Si bien hasta ahora la Subsecretaría de Pesca de la Nación difundió los datos de exportaciones registrados hasta octubre, se espera que las cifras correspondientes a los últimos dos meses del año que restan elaborar no modifiquen el optimista pronóstico que existe en el sector, en cuanto a la posibilidad de superar el récord de facturación global, pasando los 1300 millones de dólares.
Si se tiene en cuenta que hasta el 31 de octubre fueron despachadas 358 mil toneladas de pescados y mariscos al exterior, por un total de 1.004 millones de dólares, es posible que al concluir este año el pronóstico de récord de facturación se cumpla con facilidad.
El repunte en la comercialización de calamar y langostino si bien tuvieron su efecto más favorable en la Patagonia, también generaron beneficios en Mar del Plata, donde la mayor parte de la actividad de concentra en torno a la pesca de merluza hubbsi. Según los datos oficiales, esta especie siguió liderando las ventas con el envío de 126 mil toneladas hasta el octubre, por un monto de 282 millones de dólares.
Esto representó un incremento del 2,6% en volumen y del 6,2% respecto de las cifras obtenidas en 2009.
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