El gobierno argentino calcula que se podrían exportar 5.000 toneladas de menudencias y carne a China en los próximos doce meses, tras la firma por ambos países de un acuerdo protocolario sanitario que permite la venta del producto en el país asiático, prohibida desde 2006 por la fiebre aftosa.
La realidad indica que es arriesgado prever cifras o estadísticas de lo que podría llegar a ser el intercambio económico dado que por muchos años, recomposición del stock mediante, la Argentina no tendrá saldos exportables para atender una demanda internacional creciente. Como se sabe, el achicamiento del rodeo, que alcanzó desde 2008 los 10 millones de cabezas, provocó el cierre de 26 plantas, suspensiones, disminución de las faenas por empresa con la lógica disminución de las horas trabajadas y 3.570 obreros despedidos. Como consecuencia, se produjo una fuerte caída de la oferta interna y externa a niveles históricamente bajos, y el precio promedio de la hacienda en pie en el país aumentó este año entre 140 y 160%.
El informe de fin de año de FIFRA (Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas), que proporciona estos datos, se pregunta si para 2011 "¿podrán todas las empresas mantenerse trabajando en circunstancias semejantes?, ¿Sufriremos más cierres de establecimientos, convocatorias y quiebras?, ¿Cuántos operarios más serán despedidos?".
No obstante, el gobierno comunicó que espera tener completadas todas las inspecciones de las autoridades sanitarias chinas en Argentina en un mes y medio, pero la realidad indica que la espera del permiso para la exportación podría dilatarse en el tiempo y llegar recién para septiembre de 2011.
Un equipo del servicio sanitario chino inspeccionará a sus homólogos argentinos a principios del próximo junio, como primer paso para readmitir la carne del país en el gigante asiático. Una vez superado este control, las autoridades sanitarias chinas inspeccionarán las ocho plantas que exportaban carne a su país antes de la prohibición.
Tras la firma del acuerdo, la exportación de carne bovina deshuesada a China se puede realizar desde las plantas frigoríficas que fueron aprobadas, en 2005, por la AQSIQ. Asimismo está previsto que en el primer trimestre de 2011 una delegación del organismo sanitario chino realice una nueva visita de inspección a los frigoríficos argentinos, por lo que podría ampliarse el listado.
El embajador de Argentina en Pekín, César Mayoral resaltó que esta apertura se lleva a cabo en un momento en el que el pueblo chino se alimenta con más proteínas gracias a que su poder adquisitivo está aumentado y a que China cuenta con 51 millones de turistas que podrán consumir carne bovina argentina en los hoteles.
Si Argentina logra todos los permisos para la entrada de su carne en China, tendrá que compartir con Uruguay un mercado que tiene un enorme potencial de crecimiento. Por el momento, Uruguay seguirá siendo el principal exportador de carne de América Latina al país oriental, con ventas al gigante asiático por una fracción de los 1.000 millones que exporta Uruguay al año.
El presidente de la empresa uruguaya Safe Foods, Conrado Beckerman, explicó que las exportaciones de carne de su país a China "han crecido muchísimo", aunque puntualizó que "si bien el volumen sigue creciendo, el valor bajó porque los precios bajaron".
Lo cierto es que dados los plazos habituales de los organismos y las revalidaciones de protocolos, conocedores de los mecanismos coinciden en que, de no mediar retrasos ni incumplimientos, durante el último trimestre de 2011 podrían concretarse las primeras colocaciones de carne fresca argentina en China.
La realidad indica que es arriesgado prever cifras o estadísticas de lo que podría llegar a ser el intercambio económico dado que por muchos años, recomposición del stock mediante, la Argentina no tendrá saldos exportables para atender una demanda internacional creciente. Como se sabe, el achicamiento del rodeo, que alcanzó desde 2008 los 10 millones de cabezas, provocó el cierre de 26 plantas, suspensiones, disminución de las faenas por empresa con la lógica disminución de las horas trabajadas y 3.570 obreros despedidos. Como consecuencia, se produjo una fuerte caída de la oferta interna y externa a niveles históricamente bajos, y el precio promedio de la hacienda en pie en el país aumentó este año entre 140 y 160%.
El informe de fin de año de FIFRA (Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas), que proporciona estos datos, se pregunta si para 2011 "¿podrán todas las empresas mantenerse trabajando en circunstancias semejantes?, ¿Sufriremos más cierres de establecimientos, convocatorias y quiebras?, ¿Cuántos operarios más serán despedidos?".
No obstante, el gobierno comunicó que espera tener completadas todas las inspecciones de las autoridades sanitarias chinas en Argentina en un mes y medio, pero la realidad indica que la espera del permiso para la exportación podría dilatarse en el tiempo y llegar recién para septiembre de 2011.
Un equipo del servicio sanitario chino inspeccionará a sus homólogos argentinos a principios del próximo junio, como primer paso para readmitir la carne del país en el gigante asiático. Una vez superado este control, las autoridades sanitarias chinas inspeccionarán las ocho plantas que exportaban carne a su país antes de la prohibición.
Tras la firma del acuerdo, la exportación de carne bovina deshuesada a China se puede realizar desde las plantas frigoríficas que fueron aprobadas, en 2005, por la AQSIQ. Asimismo está previsto que en el primer trimestre de 2011 una delegación del organismo sanitario chino realice una nueva visita de inspección a los frigoríficos argentinos, por lo que podría ampliarse el listado.
El embajador de Argentina en Pekín, César Mayoral resaltó que esta apertura se lleva a cabo en un momento en el que el pueblo chino se alimenta con más proteínas gracias a que su poder adquisitivo está aumentado y a que China cuenta con 51 millones de turistas que podrán consumir carne bovina argentina en los hoteles.
Si Argentina logra todos los permisos para la entrada de su carne en China, tendrá que compartir con Uruguay un mercado que tiene un enorme potencial de crecimiento. Por el momento, Uruguay seguirá siendo el principal exportador de carne de América Latina al país oriental, con ventas al gigante asiático por una fracción de los 1.000 millones que exporta Uruguay al año.
El presidente de la empresa uruguaya Safe Foods, Conrado Beckerman, explicó que las exportaciones de carne de su país a China "han crecido muchísimo", aunque puntualizó que "si bien el volumen sigue creciendo, el valor bajó porque los precios bajaron".
Lo cierto es que dados los plazos habituales de los organismos y las revalidaciones de protocolos, conocedores de los mecanismos coinciden en que, de no mediar retrasos ni incumplimientos, durante el último trimestre de 2011 podrían concretarse las primeras colocaciones de carne fresca argentina en China.
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