La demanda de alimentos sigue firme

El mundo camina sobre la cornisa en el abastecimiento de granos, debido a que la relación stocks/consumo es la más ajustada de los últimos 20 años.

La sequía en Rusia que afectó la producción de trigo y el fuerte recorte de sus exportaciones se pueden considerar como los disparadores de la escalada de los precios en estos últimos dos meses. Se suma la mayor demanda de alimentos, por el continuo crecimiento del consumo de India, China y África, y la sostenida demanda por biocombustibles tanto en Europa como Estados Unidos.

Con respecto al consumo mundial de las commodities agrícolas estamos en niveles récord, tanto en maíz, trigo y soja (subproductos y aceites). Sólo en estos tres productos se llega en el año 2010 a un consumo global récord de 1.747 millones de toneladas, mientras que la producción se ubica en un rango menor de 1.731 millones de toneladas.

Este patrón de mayor consumo que producción se viene repitiendo en estos últimos años y es el principal motivo de la firmeza que se registra en los mercados agrícolas.

En maíz, el consumo mundial se ubica hoy en el récord de 831 millones de toneladas mientras que la producción apenas llega a 832 millones. Podemos decir que la producción no es suficiente para poder abastecer el constante aumento de la demanda anual.

En el caso del trigo el consumo mundial se ubica en el récord de 665 millones de toneladas mientras que la producción en 2010 apenas llegará a 645 millones; es decir 20 millones de toneladas por debajo del nivel de consumo.

Para la soja, también es proyecta un consumo récord que este año llegará a 251 millones, contra un volumen de producción de 254 millones, apenas tres millones de toneladas arriba.

Podemos entonces confirmar que el mundo camina todos los años por la cornisa, debido a que la relación stocks/consumo es la más ajustada de los últimos 20 años. Esta situación no resiste ninguna baja fuerte en producción, sin una fuerte suba de los precios.

Esto es lo que ha sucedido con el trigo, una baja en la producción y exportaciones en Rusia, el primer exportador mundial, fue suficiente para que el trigo en Chicago subiera 60 dólares por tonelada en un sólo mes.

Esta misma tendencia de mercados muy sensibles, volátiles y con tendencia a la suba ante menores producciones, seguirá repitiéndose en los próximos años, a menos de que se produzca un fuerte aumento en la producción o alguna baja inesperada en el consumo mundial. Proyecciones del crecimiento del consumo mundial de alimentos para los próximos años indican que, de aquí al año 2030, hacen falta aumentar la producción de alimentos en 1.071 millones de toneladas. Si nos parece muy lejano el 2030 veamos qué sucede en 2015: para esa fecha la producción mundial deberá incrementarse en 357 millones de toneladas.

Ambas cifras son realmente sorprendentes y se nos hace difícil imaginar que se pueda cumplir con esas magnitudes en una hipótesis de mercados en baja. De ahí las proyecciones de precios publicadas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) que confirman un sostenido aumento de las cotizaciones para la próxima década. Si hacemos un análisis del crecimiento del consumo mundial en 2010 con respecto al año anterior, la evaluación efectuada por nuestro estudio indica que la demanda se incrementó en 72 millones de toneladas. Y lo más importante para destacar, del total de 72 millones de aumento de consumo mundial, 52,5 millones de toneladas o su equivalente del 73 por ciento, corresponde al incremento del consumo de solamente tres productos, maíz, trigo y soja.

De ahí la importancia de poder anticipar el futuro comportamiento del balance de oferta y demanda global de estos productos. Pues tendrán impacto directo en la tendencia de los precios a nivel mundial. Y volvemos a poner como ejemplo lo que sucedió con el trigo, un sostenido crecimiento del consumo no pudo ser compensado por un aumento de la producción, consecuencia de la fuerte caída sufrida en Rusia.

Pablo Adreani Analista del Mercado de Granos