Los mensajes de seguridad alimentaria de los alimentos tienen que ser claros y específicos para conducir el comportamiento de los consumidores, que por lo general, no confían en la seguridad del suministro de alimentos de EE.UU., según un nuevo estudio.
El estudio, publicado en la revista Food Quality and Preference, dijo que a pesar de la gran cantidad de mensajes de seguridad alimentaria, la tasa de enfermedades transmitidas por los alimentos en los Estados Unidos se encuentra todavía en un nivel preocupante.
Las cifras más recientes de los Centros para el Control y la Prevención estiman que 48 millones de estadounidenses se enferman cada año como resultado de los patógenos transmitidos por los alimentos, alrededor de 375,000 son hospitalizadas, de las cuales mueren 3.000.
Esta nueva investigación se destina a ayudar a crear una base de datos a gran escala, para la seguridad de la alimentación y las bebidas, basada en las percepciones de los consumidores.
El estudio incluyó la medición de las reacciones de varios mensajes de seguridad de los alimentos utilizados por la industria alimentaria, el gobierno y las academias para comunicar seguridad alimentaria a los consumidores.
Algunos de los mensajes eran: “Refrigere los alimentos después de 2 horas a temperatura ambiente” “En caso de duda, tírelo a la basura”, “mantener limpio”, “lavarse las manos”, “no haga contaminación cruzada”, “mantener los alimentos calientes, y los alimentos fríos”, “sanear” y “recalentar de nuevo a >73ºC”.
Los investigadores realizaron una encuesta en línea con 239 participantes, para conocer sus reacciones a estos mensajes de seguridad alimentaria, así como sus actitudes hacia la seguridad alimentaria en general.
Encontraron que la modificación genética y la irradiación llevaban a los consumidores a percibir los alimentos como menos seguros, mientras que los alimentos de producción local se consideran más seguros.
Según los investigadores, cuando se trata de la naturaleza de los alimentos, la comida orgánica o natural se consideraba segura cuando se utilizaban procedimientos de higiene en la preparación.
La percepción de seguridad de un alimento aumenta cuando se asocia con las crecientes tendencias sociales de los alimentos orgánicos, los alimentos naturales, los alimentos frescos, y la sostenibilidad.
Los mensajes de seguridad de los alimentos más comunes comunicados a los consumidores se refieren al lavado de manos, la cocción adecuada y la contaminación cruzada; el almacenamiento adecuado y las fuentes también se mencionan como clave, pero de menor urgencia.
Sin embargo, los investigadores agregan que el mero conocimiento de la seguridad de los alimentos no garantiza el cumplimiento con las directrices de seguridad de los mismos, aceptadas por la comunidad científica.
Se dice que hay pruebas de que las personas son optimistas sobre su propia susceptibilidad a las enfermedades transmitidas por los alimentos, creyendo que son menos propensas a enfermarse que los demás.
Los investigadores también encontraron que los consumidores estarían dispuestos a gastar en promedio un extra del 12%, en alimentos posicionados como “seguros”.
Los mensajes de seguridad alimentaria más cuestionados según lo determinado por el estudio fueron: “Los EE.UU. tienen los alimentos más seguros en el mundo”, “Hay muchos alimentos étnicos y su seguridad es cuestionable”, y “Los alimentos importados no son tan seguros como los alimentos preparados en los EE.UU.”.
Los investigadores afirman que para mejorar la confianza de los consumidores y la credibilidad de los mensajes en la comunicación sobre la seguridad de los alimentos, se recomienda, que los elementos que recibieron valores muy bajos de seguridad no se utilicen, ya sean solos, o en combinación con otros mensajes de seguridad de los alimentos.
Club Darwin
El estudio, publicado en la revista Food Quality and Preference, dijo que a pesar de la gran cantidad de mensajes de seguridad alimentaria, la tasa de enfermedades transmitidas por los alimentos en los Estados Unidos se encuentra todavía en un nivel preocupante.
Las cifras más recientes de los Centros para el Control y la Prevención estiman que 48 millones de estadounidenses se enferman cada año como resultado de los patógenos transmitidos por los alimentos, alrededor de 375,000 son hospitalizadas, de las cuales mueren 3.000.
Esta nueva investigación se destina a ayudar a crear una base de datos a gran escala, para la seguridad de la alimentación y las bebidas, basada en las percepciones de los consumidores.
El estudio incluyó la medición de las reacciones de varios mensajes de seguridad de los alimentos utilizados por la industria alimentaria, el gobierno y las academias para comunicar seguridad alimentaria a los consumidores.
Algunos de los mensajes eran: “Refrigere los alimentos después de 2 horas a temperatura ambiente” “En caso de duda, tírelo a la basura”, “mantener limpio”, “lavarse las manos”, “no haga contaminación cruzada”, “mantener los alimentos calientes, y los alimentos fríos”, “sanear” y “recalentar de nuevo a >73ºC”.
Los investigadores realizaron una encuesta en línea con 239 participantes, para conocer sus reacciones a estos mensajes de seguridad alimentaria, así como sus actitudes hacia la seguridad alimentaria en general.
Encontraron que la modificación genética y la irradiación llevaban a los consumidores a percibir los alimentos como menos seguros, mientras que los alimentos de producción local se consideran más seguros.
Según los investigadores, cuando se trata de la naturaleza de los alimentos, la comida orgánica o natural se consideraba segura cuando se utilizaban procedimientos de higiene en la preparación.
La percepción de seguridad de un alimento aumenta cuando se asocia con las crecientes tendencias sociales de los alimentos orgánicos, los alimentos naturales, los alimentos frescos, y la sostenibilidad.
Los mensajes de seguridad de los alimentos más comunes comunicados a los consumidores se refieren al lavado de manos, la cocción adecuada y la contaminación cruzada; el almacenamiento adecuado y las fuentes también se mencionan como clave, pero de menor urgencia.
Sin embargo, los investigadores agregan que el mero conocimiento de la seguridad de los alimentos no garantiza el cumplimiento con las directrices de seguridad de los mismos, aceptadas por la comunidad científica.
Se dice que hay pruebas de que las personas son optimistas sobre su propia susceptibilidad a las enfermedades transmitidas por los alimentos, creyendo que son menos propensas a enfermarse que los demás.
Los investigadores también encontraron que los consumidores estarían dispuestos a gastar en promedio un extra del 12%, en alimentos posicionados como “seguros”.
Los mensajes de seguridad alimentaria más cuestionados según lo determinado por el estudio fueron: “Los EE.UU. tienen los alimentos más seguros en el mundo”, “Hay muchos alimentos étnicos y su seguridad es cuestionable”, y “Los alimentos importados no son tan seguros como los alimentos preparados en los EE.UU.”.
Los investigadores afirman que para mejorar la confianza de los consumidores y la credibilidad de los mensajes en la comunicación sobre la seguridad de los alimentos, se recomienda, que los elementos que recibieron valores muy bajos de seguridad no se utilicen, ya sean solos, o en combinación con otros mensajes de seguridad de los alimentos.
Club Darwin
