lunes, 11 de abril de 2011

Producen Cerveza Artesanal saborizada con semillas de algarroba blanca

La nueva bebida fue elaborada sin conservantes y con un contenido alcohólico levemente superior al de la cerveza industrial.
La cerveza artesanal tiene una graduación alcohólica que va de un 4 a un 5 por ciento.
Docentes e investigadores de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR) elaboraron una cerveza artesanal saborizada con harina de algarroba blanca, sin conservantes y con un contenido alcohólico levemente superior al de la cerveza industrial, “Solar”.

La nueva bebida, resguarda características autóctonas y genera nuevos emprendimientos productivos. También tendrá una variedad con sabor a miel.

El proyecto tuvo por objetivo evaluar y estudiar la posibilidad de producir un nuevo emprendimiento agroindustrial. Así, la nueva cerveza fue saborizada con semillas de vegetación autóctona -algarroba blanca-, lo que constituyó la matriz del proceso.

La Ing. Ariana Ramos, directora de la investigación señaló que el producto obtenido de la fermentación alcohólica del mosto de cebada germinada, puede generarse sola o con mezclas de otros cereales, sustancias amiláceas junto a lúpulo, levaduras y agua potable. Además del agregado de conservantes que luego de la cocción, fermentación y maduración es filtrada y sometida a pasterización y a carbonatación.

La científica agregó, que “la cerveza de tipo artesanal tiene como rasgo característico ser un producto sin agregado de conservantes, por lo tanto, netamente natural. Su contenido alcohólico varía según cada tipo pero, en general, es levemente superior al de la cerveza industrial. Existe infinidad de posibilidades de sabores, colores y texturas y el filtrado es opcional en este tipo de elaboraciones. Nuestro trabajo de extensión comenzó estudiando la posibilidad de saborizarla adicionando semillas de algarroba blanca”.

A su vez la especialista brindó detalles de los diferentes pasos para la elaboración de la cerveza artesanal; “uno de los primeros pasos es colocar en una olla agua potable a unos 70 grados centígrados para luego, llevarla a una segunda olla y allí hacer el macerado con cebada, cebada malta y la cebada caramelo junto con la harina de algarroba.

Así, se la lleva a unos 80 grados centígrados para que las semillas desprendan la cantidad de azúcar necesaria y se busque la ebullición del líquido. Comenzamos a agregarle el lúpulo o influorecencias para darle sabor amargo a la cerveza. Cuando se llega a una determinada densidad, se lo lleva a una enfriadora para colocarlo en otros recipientes donde se le agrega levadura, que come todo el azúcar y lo invierte produciendo alcohol y dióxido de carbono, el gas que tenemos para la cerveza. Se fermenta durante 7 días a una temperatura de 20 a 22 grados centígrados. Después, lo pasamos por otro filtro para obtener un líquido cristalino, agradable a la vista, y se lo lleva a otros recipientes donde hacemos el envasado. A partir de este momento, la cerveza debe madurar durante 20 días, siempre a una temperatura de 20 grados”.

Cerveza miel

Conjuntamente los investigadores realizaron otra prueba con éxito para elaborar la cerveza miel, además de la de harina de algarroba, “la miel le da un sabor dulce, agradable y bien regional”, explicó Ramos y continuó: “Aprovechando los productos que fabrica el laboratorio apícola de Catuna, utilizamos esta miel que llevamos a un proceso de caramelización y realizamos la elaboración de cerveza miel.

Es de un color agradable y un sabor exquisito. No tiene el gusto amargo de la cerveza tradicional; es más dulce y atractivo y, a través de esta variedad, se puede ampliar el mercado de consumidores femenino sobre todo”.
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