miércoles, 23 de febrero de 2011

Creció la plantación de cultivos transgénicos

La plantación de cultivos genéticamente modificados a nivel mundial creció un 10% en 2010.
Según un estudio de la organización Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA) divulgado ayer en San Pablo.
El año pasado se plantó un total de 148 millones de hectáreas de transgénicos en el mundo, englobando a 15,4 millones de agricultores de 29 países, según cifras de la ISAAA, una organización que promueve este tipo de cultivos.
Con un aumento de 87 veces la superficie plantada entre 1996 y 2010, los transgénicos «son la tecnología agrícola adoptada más rápidamente en la agricultura moderna», afirmó James Clive, presidente de ISAAA.
Estados Unidos continúa teniendo el mayor plantío de productos modificados, con 66,8 millones de hectáreas destinadas a soja, maíz, algodón, canola, calabaza, papaya, alfalfa y remolacha.
Brasil, en segundo lugar, plantó el año pasado 25,4 millones de hectáreas de soja, maíz y algodón transgénicos, un fuerte aumento del 19% sobre 2009.
Según Anderson Galvao, representante de ISAAA en Brasil, el aumento de las plantaciones genéticamente modificadas ayudó a duplicar la producción brasileña de granos en los últimos 20 años.
Con una capacidad para llevar la producción a 100 millones de hectáreas, para Clive «Brasil continuará siendo el motor propulsor de la adopción global de plantaciones biotecnológicas». En materia de plantíos, el 76% de la soja cultivada en este país es transgénica, mientras que para el maíz esta tecnología alcanza un 57% del total, y un 26,6% para el algodón, precisó Galvao.
A nivel global, los países en desarrollo respondieron por un 48% de las plantaciones transgénicas y sobrepasaría a las naciones industrializadas hacia 2015, según la ISAAA.
El estudio también destaca que el 90% de los agricultores que emplean transgénicos (14,4 millones) son pequeños agricultores en países en desarrollo y con pocos recursos.
Los transgénicos son variedades genéticamente modificadas que se vuelven así resistentes a ciertos insectos o biocidas. Sus promotores señalan que tienen mayores rendimientos que las variedades tradicionales, mientras que sus detractores denuncian que no se conocen los efectos de estos cultivos a largo plazo.
Ámbito Financiero