domingo, 27 de febrero de 2011

Se encienden luces amarillas en el mercado

El margen de ganancias de las industrias se vería reducido, producto de la suba de costos. Damián Morais.
Si bien hablábamos hace 15 días de un momento excepcional en cuanto al precio que tiene la leche en polvo a nivel mundial, en nuestro país la situación comercial no está a tono con las informaciones del mercado internacional.

En estos momentos, la Argentina está teniendo niveles de producción mucho más altos que el año anterior en la misma época (inclusive superando al primer bimestre de 2009) y las empresas comienzan a tener dificultades dentro del mercado doméstico. Esto se debe a que la demanda interna se encuentra en niveles medios en cuanto a la velocidad del consumo y se observan señales de que la aceleración en el consumo se vería demorada.

En cuanto al mercado externo, si bien se están cerrando operaciones a valores interesantes, se observa que la demanda le está poniendo un freno a estos precios, aunque la mayoría de las empresas exportadoras están vendidas y con poco producto.

Para completar este panorama, las empresas del sector enfrentan una demanda cada vez más firme de parte de los tamberos para que aumenten el precio de la leche en tranquera, algo que sucederá cuando se pague el mes de febrero, tal vez no con los valores que pretenden los productores, pero sí con un incremento con respecto a enero (se habla de un incremento de $ 0,10).

El mercado lácteo mundial está asistiendo a un fenómeno similar al de todos los sectores alimenticios, donde las empresas están sufriendo la inflación de las materias primas y enfrentando mercados de consumidores que en gran parte del mundo desarrollado son frágiles, mientras que los mercados emergentes, que son más resistentes, se están volviendo más competitivos.

El efecto que están provocando estas dos tendencias lleva a los expertos a preguntarse si el negocio de la alimentación va a lograr sostener los mismos desempeños que los actuales. En los últimos 25 años, las empresas alimenticias crecieron más que el resto del mercado; hoy nadie se anima a vaticinar que el 2011 traiga los mismos resultados.

En nuestro país, la situación puede ser similar: se espera que el margen de ganancias de las empresas lácteas se vea reducido, ya que no podrán evitar el aumento de la leche cruda y los reclamos salariales, mientras que difícilmente el mercado interno soporte un aumento pronunciado de precios. La única alternativa ante esta situación sería una fuerte reducción de costos estructurales, y la mejora en competitividad, algo difícil conociendo la historia de la lechería argentina.
lavoz