El proceso está a cargo del experto chileno, Alejandro Zuleta Villalobos, quien llegó esta semana al instituto. El objetivo es validar las bases sobre las que se investiga al recurso.
El Inidep está buscando darle un sello de calidad a los sistemas, métodos y modelos que aplican sus científicos en las evaluaciones de merluza común.
En ese marco, comenzó días atrás una tarea junto al delegado de la FAO, Alejandro Zuleta Villalobos, para validar las bases de investigación.
“La intervención del organismo internacional garantiza la seriedad de la evaluación técnica y de las recomendaciones surgidas durante el proceso”, apuntaron desde el instituto.
La agenda incluye un examen de los métodos utilizados para la selectividad y la identificación de los factores que incorporan incertidumbre.
Una vez finalizado el trabajo, en unos cuatro meses aproximadamente, las conclusiones y recomendaciones serán volcadas en un documento técnico final.
El texto podría contener eventuales correcciones y mejoras que surjan en el intercambio con el experto chileno, quien trabaja desde el lunes en el edificio de Escollera Norte.
Aunque está previsto el apoyo técnico de todo el Departamento Pesca de la FAO mediante su oficina regional, junto a la intervención del Consejo Federal Pesquero (CFP).
Según trascendió, el costo será financiado por ese organismo a través del Fondo Nacional Pesquero (Fonape).
No es la primera revisión de este tipo que se aplica. En 1994, 1997/98 y 2002 reconocidos hombres de ciencia en el mundo cooperaron con sus pares argentinos en el tema.
“Esas acciones fueron de suma utilidad para reafirmar la validez de nuestras investigaciones y realizar modificaciones que permitieron la optimización de los resultados”, reconocen en el Inidep.
Pescare
El Inidep está buscando darle un sello de calidad a los sistemas, métodos y modelos que aplican sus científicos en las evaluaciones de merluza común.
En ese marco, comenzó días atrás una tarea junto al delegado de la FAO, Alejandro Zuleta Villalobos, para validar las bases de investigación.
“La intervención del organismo internacional garantiza la seriedad de la evaluación técnica y de las recomendaciones surgidas durante el proceso”, apuntaron desde el instituto.
La agenda incluye un examen de los métodos utilizados para la selectividad y la identificación de los factores que incorporan incertidumbre.
Una vez finalizado el trabajo, en unos cuatro meses aproximadamente, las conclusiones y recomendaciones serán volcadas en un documento técnico final.
El texto podría contener eventuales correcciones y mejoras que surjan en el intercambio con el experto chileno, quien trabaja desde el lunes en el edificio de Escollera Norte.
Aunque está previsto el apoyo técnico de todo el Departamento Pesca de la FAO mediante su oficina regional, junto a la intervención del Consejo Federal Pesquero (CFP).
Según trascendió, el costo será financiado por ese organismo a través del Fondo Nacional Pesquero (Fonape).
No es la primera revisión de este tipo que se aplica. En 1994, 1997/98 y 2002 reconocidos hombres de ciencia en el mundo cooperaron con sus pares argentinos en el tema.
“Esas acciones fueron de suma utilidad para reafirmar la validez de nuestras investigaciones y realizar modificaciones que permitieron la optimización de los resultados”, reconocen en el Inidep.
Pescare