viernes, 25 de febrero de 2011

Siembra en EE.UU. marca el rumbo de mercado granario

La implantación en Estados Unidos trasladará automáticamente a los mercados cualquier inconveniente, lo que marcará el destino de la campaña del Hemisferio Sur
   Las perspectivas de siembra de los cultivos de verano de la próxima campaña norteamericana mantendrán en vilo a todo el mercado de granos. El panorama actual de precios resulta bastante alentador, con buena demanda externa y una relación entre existencias finales y consumo en niveles comprometidamente bajos.
  
   En este contexto, la siembra en Estados Unidos resultará un evento para seguir. Las complicaciones climáticas en el curso de las tareas de implantación o en las etapas críticas del desarrollo de los cultivos y la recolección se trasladarán automáticamente al mercado, y la plaza seguramente otorgará múltiples posibilidades de fijar precios para la próxima campaña de nuestro hemisferio.
  
   La mayoría de los especialistas internacionales en la materia sigue vislumbrando un escenario constructivo para las cotizaciones de los granos, aduciendo que estos ajustados balances de oferta de la actualidad requerirán de precios aún más firmes como para justificar el comienzo de una política de racionamiento por parte de los usuarios finales. Cotizaciones más elevadas que las actuales también determinarán mayor interés por parte de los productores del Hemisferio Norte en implantar granos, en detrimento de otras actividades menos rentables.
  
   En este sentido, los analistas de commodities de Goldman Sachs sostienen que, pese a que habrá una respuesta encendida en esta campaña 2011/12 por parte de la oferta, a la luz de las actuales cotizaciones de los cereales, la recuperación de los inventarios resultará parcial, al quedar muy sostenida la demanda de granos para forraje y para la elaboración de biocombustibles. Goldman Sachs pronostica precios ligeramente inferiores a los alcanzados en 2011 como consecuencia de la mayor productividad proyectada, y cita a los cultivos de maíz, soja y algodón con los de mayores posibilidades de encontrar un escenario constructivo de precios y al trigo con menores probabilidades de seguir la tendencia de los anteriores.
  
   De todas maneras, los analistas destacan que estas proyecciones conllevan riesgos políticos, como eventuales suspensiones a las exportaciones o modificaciones a las leyes que legislan los biocombustibles, además de otras eventualidades climáticas, como la corriente de La Niña, que aún podría impactar en el resultado final de las campañas sudamericanas.
  
   Lo cierto es que, en general, los precios de los granos registraron recientemente los niveles más elevados de los últimos 30 meses, ante el resurgimiento de la demanda del norte de África y Medio Oriente y el clima adverso de China y de Estados Unidos.
  
   Los fondos, participantes cada vez más activos de los mercados agrícolas, siguen apostando a este mercado ante la perspectiva de un incremento sostenido de la población -que llegará a los 9 mil millones de habitantes hacia 2050-, la amenaza que genera el cambio climático global y un público inversor cada vez más sofisticado e inclinado hacia las inversiones temáticas, donde los productos agrícolas tienden a llevarse una buena porción de su cartera.
  
   También los economistas de la ONU temen una repetición del escenario de crisis alimentaria observado en la campaña 2007/08, con los precios del trigo volviendo a registrar marcas históricas. El trigo es, luego del arroz, la mayor fuente de la dieta alimentaria mundial.
  
   En el mercado de soja, es probable que ya la plaza haya prácticamente descontado el escenario de bajas disponibilidades de la vieja cosecha norteamericana, aunque las perspectivas del balance de la nueva campaña siguen siendo constructivas para los precios, lo que frenará las correcciones bruscas que puedan acontecer. Las estimaciones de la cosecha brasileña se aproximan a los 70 millones de toneladas, con un rango de entre 69 millones de toneladas y 71 millones de toneladas. Las cifras oficiales de la CONAB dan ya cuenta de una campaña de 70,1 millones. En nuestro país, las estimaciones se ubican en un rango de entre 47 millones de toneladas y 49,5 millones de toneladas, con la estimación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en la parte más elevada de estos extremos.
  
   La plaza intenta dejar de seguir, como principal foco de atención, las alternativas de la cosecha en nuestra región para concentrarse paulatinamente en el plato fuerte de la temporada, que será la próxima intención de siembra en Estados Unidos.
  
   Por algunas cuestiones de rotación, es probable que los «farmers» de este país implanten más maíz que lo inicialmente proyectado, en detrimento de la soja.
  
   El último informe del USDA, que ubicó la relación existencias finales/uso en ese cultivo en un punto crítico, seguramente impulsará una reacción mayor hacia la siembra del grano forrajero.
  
   Resulta necesario destacar, además, que otros cultivos cuentan con una excelente estructura de precios y también competirán con la oleaginosa en el afán de conseguir mayor área de implantación, como el algodón, cuyas cotizaciones alcanzan niveles récord históricos.
  
   Las distintas alternativas que se vayan dando en la próxima campaña norteamericana, así como la marcha del clima, generarán un ambiente de volatilidad en las cotizaciones del mercado de Chicago a partir de las próximas semanas.
La Nación