jueves, 24 de febrero de 2011

Palomas: el INTA evaluó daños y pérdidas de producción en cultivos

“Las pérdidas no superarían el 2 por ciento de la producción de los cultivos”, indicó María Elena Zaccagnini, coordinadora del área estratégica gestión ambiental del

INTA.

“Hay una percepción generalizada de que las pérdidas por paloma son muy importantes. Esto no es lo que se midió desde el INTA con los muestreos diseñados

científicamente, que dan por resultado que si bien la proporción de capítulos dañados puede llegar al 20 o 30 por ciento, las pérdidas en producción de los cultivos no

superan en la mayoría de los campos el 2 por ciento y unos pocos 5 a 8 por ciento”, explicó Zaccagnini.

En los últimos cuatro años la paloma tuvo un crecimiento exponencial debido a la expansión de la superficie agrícola, la presencia de montes cercanos a los cultivos -

lugar perfecto para que la población de palomas se reproduzca- y la disponibilidad de alimento y agua. “Mientras la paloma tenga alimento tendrá los recursos para

seguir creciendo”, señaló la coordinadora.

Por su parte, Sonia Canavelli, especialista en ecología y conservación de vida silvestre del INTA Paraná, remarcó que “el manejo de los daños ocasionados por aves en

cultivos u otras producciones extensivas presenta un desafío particular, pues no existe una única medida de control que ofrezca resultados inmediatos, eficiente en

términos económicos y con bajo impacto ambiental”.

“Desde el INTA trabajamos para manejar que los hábitats sean menos propicios para la sobrevivencia de estas aves. En esto es clave controlar la pérdida de semillas por

parte de los camiones en época de cosecha”, destacó Zaccagnini.

Otro de los factores que favorecen el crecimiento de la población de palomas es la disponibilidad de más alimentos durante todo el año. No sólo porque hay mayor

cantidad de cultivos que se extienden hasta mediados de año sino por la gran cantidad de granos que quedan en el campo por deficiencias de cosecha, falta de regulación

de maquinarias y, además, porque cambió el sistema de acopio y comercialización, produciéndose movimiento de cereales durante todo el año.

Como medida de control, desde la institución se evalúan repelentes como parte de un plan de manejo, no sólo a escala del lote sino con respecto a las respuestas a

escala de paisaje. Asimismo, en el ámbito productivo se deben tomar acciones para que las poblaciones de palomas no sigan creciendo: como diseñar estrategias que

permitan focalizar en el daño más que en la especie.

Además, es crucial incorporar el manejo del daño por aves dentro del esquema general de manejo del cultivo, incluso antes que el cultivo esté implantado, y no esperar

a tener las aves en el lote para analizar qué medidas tomar. Según Zaccagnini: “Cualquier esfuerzo de disminuir la población debe superar a más de la mitad de las

palomas que se reproducen anualmente. Es decir, es casi impracticable”.

En este caso, la torcaza es una especie muy plástica y flexible en todos sus mecanismos de reproducción y regulación de poblaciones. La crianza no está regulada por el

fotoperíodo –época del año con mayor luminosidad– como en otras especies. Por lo tanto, si hay alimento hay reproducción. Otro dato importante, es que son migratorias

por lo que pueden viajar entre 150 a 300 kilómetros en pocos días.

“En un año de seca pueden migrar hasta mil kilómetros de distancia”, indicó la técnica. Por otra parte, “la utilización de la carne de paloma para exportación es una

alternativa y sirve a escala local, lo que contribuye en la generación de trabajo; pero no resuelve el problema”, consideró Zaccagnini. La aplicación de técnicas

coordinadas a nivel local y regional es a lo que se debe tender.

Sugerencias
Para disminuir los daños en lo cultivos maduros, como girasol o sorgo, además de algunas de las medidas anteriores, es importante:
- Usar variedades o cultivares menos susceptibles o más resistentes -sorgo antipájaro, variedades de girasol con mayor inclinación de los capítulos-.
- Controlar eficientemente las malezas e insectos, los cuales pueden atraer a las aves a los lotes antes que el cultivo esté maduro.
- Cosechar anticipadamente, para disminuir el período de susceptibilidad del cultivo.
- Reducir al máximo las pérdidas por cosechadora.
- Disminuir los granos disponibles en rastrojos.
- Disminuir las pérdidas de granos durante el transporte.

Estas sugerencias permitirán reducir factores de pérdida adicionales a las aves y, además, disminuir los granos disponibles para las mismas, especialmente en momentos

en que, naturalmente, serían escasos.