La ocupación apenas supera el 40%. Pero, según Iriarte, la situación podría mejorar en marzo-abril
(NAP). La caída en el precio del novillo gordo, operada desde mediados de diciembre, agregada a la suba del maíz y del pellet (20-25 por ciento en 60 días) recortó drásticamente el poder de compra de los corrales, que pasaron a ofertar por el ternero en las últimas semanas sólo 9/9,50 pesos por kilo, con criadores que se resisten a vender por debajo de los 10 pesos.
Así lo analizó el especialista en mercados ganaderos, Ignacio Iriarte, en su última publicación para Informe Ganadero, en la cual agregó que en enero los feedlots se encontraron con muy poca oferta de invernada, producto de la época del año, de la falta de ferias, de la gran cantidad de criadores que están de veraneo, y de la resistencia de los vendedores a aceptar una baja tan fuerte en el valor de la invernada, que perdió 25 por ciento de su precio en menos de 60 días.
Con estos argumentos, el experto marcó que "no sería extraño que el índice de ocupación que elabora la Cámara de Engordadores mostrara a principios de febrero un porcentaje de sólo 42 a 44 por ciento".
"El negocio fue rentable durante buena parte de 2010, porque la relación carne/grano era muy favorable. Pero en las últimas semanas, con la baja del gordo y la suba del alimento, los número se han vuelto muy finitos. Por la escasez de invernada no se ha podido transferir al precio de esta categoría el menor poder de compra que tienen desde hace unas semanas".
Iriarte explicó que "con el costo de un kilo ganado en los corrales que arranca en los 6 pesos, para el caso de los más eficientes o los que están integrados con el comercio de granos, y que llega hasta 7 en el caso de los feedlots que deben comprar todos los alimentos, los engordadores vuelven a poner sus esperanzas en recuperar la rentabilidad en que el precio del ternero de invernada baje lo suficiente como para que los precios del gordo y el de la invernada por lo menos se igualen".
Estos podría ocurrir si se dan dos escenarios:
-Si la seca no se corta, o si se agrava, puede especularse con que las compras de los engordadores pastoriles será muy reducidas; y al aparecer la zafra en marzo-abril, el precio del ternero lo terminará poniendo el feedlot, que recompondrá su rentabilidad (al menos por unos meses) con una diferencia de compra-venta más favorable que la actual.
-La segunda posibilidad es que llueva y que el criador, al igual que el año pasado, venda en forma escalonada y se retire de la oferta apenas los valores bajen de ciertos niveles. Si bien por la seca la receptividad de los campos de cría se ha deteriorado mucho, el criador está hoy bien financieramente, tiene baja carga y hasta nuevo aviso está en un proceso de fuerte retención. Todo podría mejorar para los engordadores, si como todo indica, los precios del gordo en febrero-marzo suben, como consecuencia de los malos engordes pastoriles que se están dando y del acelerado vaciamiento de los feedlot.
(NAP). La caída en el precio del novillo gordo, operada desde mediados de diciembre, agregada a la suba del maíz y del pellet (20-25 por ciento en 60 días) recortó drásticamente el poder de compra de los corrales, que pasaron a ofertar por el ternero en las últimas semanas sólo 9/9,50 pesos por kilo, con criadores que se resisten a vender por debajo de los 10 pesos.
Así lo analizó el especialista en mercados ganaderos, Ignacio Iriarte, en su última publicación para Informe Ganadero, en la cual agregó que en enero los feedlots se encontraron con muy poca oferta de invernada, producto de la época del año, de la falta de ferias, de la gran cantidad de criadores que están de veraneo, y de la resistencia de los vendedores a aceptar una baja tan fuerte en el valor de la invernada, que perdió 25 por ciento de su precio en menos de 60 días.
Con estos argumentos, el experto marcó que "no sería extraño que el índice de ocupación que elabora la Cámara de Engordadores mostrara a principios de febrero un porcentaje de sólo 42 a 44 por ciento".
"El negocio fue rentable durante buena parte de 2010, porque la relación carne/grano era muy favorable. Pero en las últimas semanas, con la baja del gordo y la suba del alimento, los número se han vuelto muy finitos. Por la escasez de invernada no se ha podido transferir al precio de esta categoría el menor poder de compra que tienen desde hace unas semanas".
Iriarte explicó que "con el costo de un kilo ganado en los corrales que arranca en los 6 pesos, para el caso de los más eficientes o los que están integrados con el comercio de granos, y que llega hasta 7 en el caso de los feedlots que deben comprar todos los alimentos, los engordadores vuelven a poner sus esperanzas en recuperar la rentabilidad en que el precio del ternero de invernada baje lo suficiente como para que los precios del gordo y el de la invernada por lo menos se igualen".
Estos podría ocurrir si se dan dos escenarios:
-Si la seca no se corta, o si se agrava, puede especularse con que las compras de los engordadores pastoriles será muy reducidas; y al aparecer la zafra en marzo-abril, el precio del ternero lo terminará poniendo el feedlot, que recompondrá su rentabilidad (al menos por unos meses) con una diferencia de compra-venta más favorable que la actual.
-La segunda posibilidad es que llueva y que el criador, al igual que el año pasado, venda en forma escalonada y se retire de la oferta apenas los valores bajen de ciertos niveles. Si bien por la seca la receptividad de los campos de cría se ha deteriorado mucho, el criador está hoy bien financieramente, tiene baja carga y hasta nuevo aviso está en un proceso de fuerte retención. Todo podría mejorar para los engordadores, si como todo indica, los precios del gordo en febrero-marzo suben, como consecuencia de los malos engordes pastoriles que se están dando y del acelerado vaciamiento de los feedlot.