Corre riesgo el reingreso del limón tucumano al país del norte. Efecto negativo de la crisis por la demora del avión norteamericano en Ezeiza. Intenso trabajo sanitario en Tucumán.
El reingreso del limón tucumano a Estados Unidos parece signado por la desgracia. Esta temporada se cumplen 10 años desde que se cerró ese mercado a la fruta argentina, y todo indica que se dilatarán las gestiones para que la fruta pueda retornar a las góndolas de la principal economía del mundo. El reciente conflicto entre la Argentina y Estados Unidos por el avión norteamericano demorado en el aeropuerto de Ezeiza genera preocupación en la citricultura. Los productores de limón evalúan que este factor podía jugar en contra de las gestiones en marcha para lograr la aprobación del protocolo que permitiría vender los cítricos argentinos en el país del norte.
"Lo último que podríamos desear es que pasen estas cosas", se sinceró ante LA GACETA el presidente de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), Roberto Sánchez Loria, en referencia al conflicto diplomático entre la Argentina y Estados Unidos. "No creo que sea positivo el que nos enojemos con un país al que intentamos venderle algo, como el limón, en este caso", remarcó. Aunque los citricultores y los organismos estatales argentinos (Cancillería y Senasa) trabajan para cumplir con exigencias fitosanitarias que Estados Unidos impone para permitir el ingreso del limón a ese país, Sánchez Loria opinó que en las negociaciones "sin dudas hay un trasfondo político".
El mercado norteamericano se cerró a los cítricos argentinos a fines de 2001, cuando un grupo de productores californianos pidió a una corte local que suspendiera el ingreso de productos argentinos, alegando que el Aphis (organismo sanitario norteamericano) no había realizado ciertos controles correspondientes para el ingreso de la fruta. Tras años de trabajo en conjunto, y cuando se creía que la aprobación del nuevo protocolo estaba cerca, en febrero del año pasado el Aphis difundió nuevas exigencias para posibilitar el ingreso del limón tucumano a ese país, entre las que se destacan monitoreos de todas las plantas que muestren síntomas de CVC (Clorosis Variegada de los Citrus. Sin embargo, productores y autoridades del Senasa coincidieron en que no hay registro alguno de esa enfermedad en Tucumán.
"Estuvimos trabajando mucho con la Estación Experimental y se hicieron monitoreos amplios con resultados que demuestran que no indicios de CVC. Esto nos alienta mucho, así como el hecho de que el retorno de la fruta a Estados Unidos forma parte de la agenda del Gobierno nacional. Esperemos que se logre separar finalmente lo comercial y lo sanitario de lo político", remató Sánchez Loria.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Productivo, Jorge Feijóo, opinó que el conflicto con Estados Unidos se terminará resolviendo, sin que afecte las tratativas por el limón. "El hecho actual es político, y la cuestión con el limón es un negocio", analizó el funcionario.
Gaceta de Tucuman El reingreso del limón tucumano a Estados Unidos parece signado por la desgracia. Esta temporada se cumplen 10 años desde que se cerró ese mercado a la fruta argentina, y todo indica que se dilatarán las gestiones para que la fruta pueda retornar a las góndolas de la principal economía del mundo. El reciente conflicto entre la Argentina y Estados Unidos por el avión norteamericano demorado en el aeropuerto de Ezeiza genera preocupación en la citricultura. Los productores de limón evalúan que este factor podía jugar en contra de las gestiones en marcha para lograr la aprobación del protocolo que permitiría vender los cítricos argentinos en el país del norte.
"Lo último que podríamos desear es que pasen estas cosas", se sinceró ante LA GACETA el presidente de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), Roberto Sánchez Loria, en referencia al conflicto diplomático entre la Argentina y Estados Unidos. "No creo que sea positivo el que nos enojemos con un país al que intentamos venderle algo, como el limón, en este caso", remarcó. Aunque los citricultores y los organismos estatales argentinos (Cancillería y Senasa) trabajan para cumplir con exigencias fitosanitarias que Estados Unidos impone para permitir el ingreso del limón a ese país, Sánchez Loria opinó que en las negociaciones "sin dudas hay un trasfondo político".
El mercado norteamericano se cerró a los cítricos argentinos a fines de 2001, cuando un grupo de productores californianos pidió a una corte local que suspendiera el ingreso de productos argentinos, alegando que el Aphis (organismo sanitario norteamericano) no había realizado ciertos controles correspondientes para el ingreso de la fruta. Tras años de trabajo en conjunto, y cuando se creía que la aprobación del nuevo protocolo estaba cerca, en febrero del año pasado el Aphis difundió nuevas exigencias para posibilitar el ingreso del limón tucumano a ese país, entre las que se destacan monitoreos de todas las plantas que muestren síntomas de CVC (Clorosis Variegada de los Citrus. Sin embargo, productores y autoridades del Senasa coincidieron en que no hay registro alguno de esa enfermedad en Tucumán.
"Estuvimos trabajando mucho con la Estación Experimental y se hicieron monitoreos amplios con resultados que demuestran que no indicios de CVC. Esto nos alienta mucho, así como el hecho de que el retorno de la fruta a Estados Unidos forma parte de la agenda del Gobierno nacional. Esperemos que se logre separar finalmente lo comercial y lo sanitario de lo político", remató Sánchez Loria.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Productivo, Jorge Feijóo, opinó que el conflicto con Estados Unidos se terminará resolviendo, sin que afecte las tratativas por el limón. "El hecho actual es político, y la cuestión con el limón es un negocio", analizó el funcionario.
