martes, 15 de febrero de 2011

El omega-3, un aliado para prevenir la ceguera

Un estudio sobre los ácidos grasos omega-3 explica en detalle cómo este compuesto puede prevenir la ceguera, mediante un experimento realizado con ratones enfermos. El estudio de seguimiento, que llevó a cabo el mismo grupo de investigadores del Hospital de Niños de Boston, también respalda los hallazgos de que las drogas populares inhibidoras de la COX, como la aspirina y los AIDNE, no interfieren con los beneficios del omega-3.

Además, los resultados del estudio, publicados la semana pasada en la revista Science Translational Medicine, sugieren que el omega-3 puede ayudar a los diabéticos.

La retinopatía, que es una de las principales causas de la ceguera, afecta a 4,1 millones de estadounidenses que padecen diabetes y a muchos niños prematuros. Otros siete millones de personas más sufren de degeneración macular relacionada con la edad (AMD), que también provoca ceguera.

La posibilidad de prevenir estas enfermedades oculares “neovasculares” con el complemento de ácidos grasos omega-3 podría permitir un ahorro enorme, afirma la oftalmóloga Lois Smith, médica e investigadora principal del Hospital de Niños de Boston.

“El costo de los suplementos con omega-3 es de aproximadamente USD 19 por mes, contra los USD 4.000 mensuales que vale una terapia para la inhibición del factor de crecimiento del endotelio vascular (FCEV)”, señaló la doctora, haciendo referencia a determinadas drogas como las que se utilizan para tratar la AMD y la retinopatía diabética.

Los ácidos grasos omega-3 aparecen en altas concentraciones en la retina y suelen estar ausentes en las dietas de los pueblos occidentales, en donde las dietas en general tienen un alto contenido de ácidos grasos omega-6.

En estudios anteriores de Smith, se alimentaron ratones con dietas ricas en ácidos grasos omega-3 y se observó que tenían casi un 50% menos de crecimientos vascular patológico en la retina que los ratones alimentados con una dieta a base de omega-6. Los investigadores también demostraron que una dieta rica en omega-3 aliviaba la inflamación ocular.

El estudio nuevo revela otro aspecto del omega-3: un efecto directo sobre la vascularización que promueve en forma selectiva el desarrollo de vasos sanguíneos saludables y frena el crecimiento de anomalías.

Además, Smith y sus colegas aislaron el componente específico de los ácidos grasos omega-3 que produce esos resultados en los ratones y la enzima que lo genera.

Finalmente, los hallazgos demostraron que la enzima 5-LOX actúa como disparador del receptor PPAR-gamma, el mismo que activan las drogas “glitazona” como la Avandia, que toman los pacientes con diabetes tipo 2 para aumentar la sensibilidad a la insulina. Dado que esa droga puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria, el incremento del consumo de omega-3 podría ser una manera segura para tratar a pacientes con diabetes o propensos a desarrollarla.

Smith trabaja con investigadores principales del National Eye Institute que están llevando a cabo un ensayo multicéntrico con suplementos de omega-3 en pacientes con AMD, que continuará hasta 2013. Otro estudio retrospectivo anterior halló que las dietas con altos niveles de consumo de pescado se relacionaban con una baja incidencia de AMD.

Smith colabora con un grupo en Suecia que está realizando un ensayo clínico con ácidos grasos omega-3 en niños prematuros. Los científicos medirán los niveles de los productos de omega-3 en la sangre de los niños y observarán si los pacientes desarrollan retinopatía.

En el estudio también participaron como coautores Andreas Stahl y Przemyslaw Sapieha, investigador y neuroquímico de Harvard, ahora del Maisonneuve Rosemont Hospital Research Centre de la Universite de Montreal.
Natalia Real