En el arranque de la zafra, operan unos pocos buques entre los paralelos 45º y 46º sur. Los armadores, con la mirada puesta en captruas, precios y costos.
La pesquería de calamar fue abierta el martes en aguas nacionales, más precisamente al sur del paralelo 44º sur, tal cual lo estipula el calendario oficial.
Por el momento, sólo unos siete buques poteros operan en la zona delimitada por los paralelos 45º y 46º, pero otros se irán sumando con el correr de los días.
En los muelles de Mar del Plata y en otros puertos hay movimientos que así lo anticipan.
“Todavía se está explorando; pero los buques están saliendo de acuerdo a la conveniencia que juzga cada armador”, detalló a Pescare.com.ar el presidente de Capa, Guillermo de los Santos.
La intención de los empresarios es ir midiendo el pulso del “illex” para luego proyectar movimientos más precisos; sobre todo teniendo en cuenta el flojo arranque de 2010.
Las capturas en la milla 201 fueron hasta aquí pobres y en la zona en torno a las Islas Malvinas los buques también vienen reportando bajos rendimientos del illex.
Según trascendió, la pesca en el área del archipiélago oscila entre las dos y cinco toneladas diarias de promedio y con fuerte presencia de ejemplares pequeños.
“Aparentemente el calamar está más tirado hacia el oeste. Las condiciones oceanográficas están haciendo que el pescado se sienta más cómodo allí”, agregó De los Santos como una buena noticia para los poteros nacionales.
Por otro lado, más allá del desarrollo que tenga la zafra en términos de volumen dentro de la plataforma argentina, con este escenario la demanda del mercado tendería a sostenerse.
Los armadores locales esperan que los precios también se mantengan en buen nivel, tras el significativo repunte que experimentaron el año pasado.
El precio promedio por tonelada del cefalópodo fue de 2.227 dólares, un 87,6 por ciento más que en 2009, de acuerdo a datos suministrados por la Subsecretaría de Pesca de la Nación.
“Es bueno que en el mercado no tengamos una oferta con un efecto de dumping, que es la oferta de la altamar con costos operativos muchos más bajos que los nuestros”, razonan en Capa.
Las dificultades económicas para el sectorprovienen del frente interno, empujadas por la inflación: aumento constante de los precios de insumos y mayor costo laboral.
Trazar el presupuesto de una temporada en ese marco se vuelve una tarea complicada; sin embargo, la inestabilidad no anula las expectativas.
El objetivo de base de los operadores es alcanzar las descargas registradas en 2010 (84.789 t.), aunque con menos altibajos. Está por verse si el mar lo permite.
PescareLa pesquería de calamar fue abierta el martes en aguas nacionales, más precisamente al sur del paralelo 44º sur, tal cual lo estipula el calendario oficial.
Por el momento, sólo unos siete buques poteros operan en la zona delimitada por los paralelos 45º y 46º, pero otros se irán sumando con el correr de los días.
En los muelles de Mar del Plata y en otros puertos hay movimientos que así lo anticipan.
“Todavía se está explorando; pero los buques están saliendo de acuerdo a la conveniencia que juzga cada armador”, detalló a Pescare.com.ar el presidente de Capa, Guillermo de los Santos.
La intención de los empresarios es ir midiendo el pulso del “illex” para luego proyectar movimientos más precisos; sobre todo teniendo en cuenta el flojo arranque de 2010.
Las capturas en la milla 201 fueron hasta aquí pobres y en la zona en torno a las Islas Malvinas los buques también vienen reportando bajos rendimientos del illex.
Según trascendió, la pesca en el área del archipiélago oscila entre las dos y cinco toneladas diarias de promedio y con fuerte presencia de ejemplares pequeños.
“Aparentemente el calamar está más tirado hacia el oeste. Las condiciones oceanográficas están haciendo que el pescado se sienta más cómodo allí”, agregó De los Santos como una buena noticia para los poteros nacionales.
Por otro lado, más allá del desarrollo que tenga la zafra en términos de volumen dentro de la plataforma argentina, con este escenario la demanda del mercado tendería a sostenerse.
Los armadores locales esperan que los precios también se mantengan en buen nivel, tras el significativo repunte que experimentaron el año pasado.
El precio promedio por tonelada del cefalópodo fue de 2.227 dólares, un 87,6 por ciento más que en 2009, de acuerdo a datos suministrados por la Subsecretaría de Pesca de la Nación.
“Es bueno que en el mercado no tengamos una oferta con un efecto de dumping, que es la oferta de la altamar con costos operativos muchos más bajos que los nuestros”, razonan en Capa.
Las dificultades económicas para el sectorprovienen del frente interno, empujadas por la inflación: aumento constante de los precios de insumos y mayor costo laboral.
Trazar el presupuesto de una temporada en ese marco se vuelve una tarea complicada; sin embargo, la inestabilidad no anula las expectativas.
El objetivo de base de los operadores es alcanzar las descargas registradas en 2010 (84.789 t.), aunque con menos altibajos. Está por verse si el mar lo permite.