A.F.A.P.E.A. aseguró que la justificación de la Subsecretaría de Pesca sobre el otorgamiento de permisos provisorios para garantizar la fuente laboral no se condice con la realidad, ya que de los más de 60 marineros, sólo dos han sido llamados a embarcar por los empresarios pesqueros del puerto Caleta Paula. Insisten con la destrucción del recurso merluza en el Golfo San Jorge.
Trabajadores de la Flota Amarilla en el puerto Caleta Paula de Caleta Olivia, asociados en la Asociación Flota Artesanal Pesca Estibaje (A.F.A.P.E.A.), refutaron la explicación que dio el subsecretario de Pesca de Santa Cruz, Juan Carlos Bracalenti, sobre la renovación provisoria de permisos de pesca, fundamentada en la necesidad de sostener la fuente laboral, y también reiteraron la denuncia sobre la destrucción del recurso del Golfo San Jorge, a partir de la pesca indiscriminada de merluza juvenil.El sector advirtió que “provisorios o no”, los permisos de pesca están siendo renovados “sin pedir a Secretaría de Trabajo libre deuda laboral”.
El sector advirtió que “provisorios o no”, los permisos de pesca están siendo renovados “sin pedir a Secretaría de Trabajo libre deuda laboral, aludiendo que los renovó para mantener la fuente laboral de los trabajadores de la Flota Amarilla y no para seguir enriqueciendo ilegalmente a los empresarios pesqueros del puerto Caleta Paula”.
Marineros nucleados en A.F.A.P.E.A. cuestionaron que el funcionario provincial justificó el otorgamiento de permisos provisorios de pesca, considerando que las embarcaciones operarían con las tripulaciones de “siempre”, a lo que opusieron que “su accionar no ha beneficiado en lo mas mínimo a los trabajadores de la flota que viven, pagan sus impuestos, dejan sus salarios, educan a sus hijos en Caleta Olivia, ya que de los más de sesenta marineros que trabajaban, sólo dos han sido llamados a embarcar”.
Añaden que “las embarcaciones están operando con los mismos familiares de los empresarios o con marineros traídos recientemente de otros puertos del país, como Bahía Blanca, Necochea o Caleta Córdova, a quienes después misteriosamente los empresarios locales no les pagan y terminan siendo más subsidiados para la provincia”.
Dieron como ejemplo los buques pesqueros Bahía Engaño y Jesús de Nazaret, que están operando “sin ningún marinero de los que tenían anteriormente” y por el contrario, “despidieron a sus trabajadores después de años de relación laboral, ilegalmente, con sumas irrisorias y ahora los están discriminando por reclamar sus derechos laborales en la justicia”.
Se preguntaron los denunciantes, dirigiéndose a la autoridad provincial del área, “hasta cuándo pretende que los trabajadores aguanten este estado de corrupción constante que existe en nuestro puerto local, donde los empresarios siguen haciendo lo que se les canta, realmente sin importarles nada, ante la complicidad constante de las autoridades de Pesca”.
También indagan si “acaso estos humildes trabajadores le tienen que informar, porque queremos pensar que usted no lo sabe, que están aniquilando y tirando muerta al agua, hasta treinta y seis toneladas diarias de merluza juvenil (carioca) por embarcación, para traer a puerto con suerte sólo tres toneladas”.
Reiteran que “es merluza que se pudiera pescar cuando crezca en un futuro” y recomiendan que “estaría bueno que mande, alguna vez, algún inspector honesto a bordo de las embarcaciones”.
“¿Hasta cuándo va a mirar para otro lado, hasta que nuestro Golfo realmente de verdad no sirva para más nada que no sea la actividad off shore y que los trabajadores de la flota no existamos más?”, sentenciaron los trabajadores nucleados en A.F.A.P.E.A.
Más adelante en la dura comunicación dirigida al subsecretario Bracalenti, A.F.A.P.E.A. interpela al funcionario a dejar “de favorecer a empresarios que han dejado, conjuntamente con la empresa Pan American Energy, a más de cien familias en una desastrosa situación de crisis”.
Aclaran: “vamos a seguir reclamando por nuestros derechos y a defender a costa de cualquier cosa nuestro recurso pesquero”, ya que enfatizan “los trabajadores de la Flota Amarilla de Caleta Olivia no vamos a ser cómplices de sus políticas pesqueras de destrucción de nuestro Golfo San Jorge, y en el futuro vamos a poder mirar tranquilos a los ojos de nuestros hijos para decirles que hicimos lo que pudimos desde nuestro lugar por defender nuestros recursos”.
Por el contrario, se preguntan si el funcionario podrá hacer lo mismo y llaman la atención, más adelante, sobre “que en este momento de buena relación y diálogo con el gobierno de la provincia, en especial con el gobernador y algunos ministros del área de Trabajo y Sociales, el subsecretario tome esta decisión de provocación a los trabajadores, que veían en la renovación de los permisos de pesca la única oportunidad de cobrarles a los empresarios del puerto Caleta Paula”.
En otro pasaje de la nota que firman el presidente José Oliva, tesorero Domingo Barcio, vocales Javier Maldonado y Salvador Barcio, secretario David Angenelo, remarcan el pedido de “que como dice la denuncia que entregamos el 27 de enero en las oficinas de Pesca provincial y Nación del recinto portuario del puerto Caleta Paula, que mande los inspectores que aluden que tienen ‘orden de arriba de no bajar al muelle’ a controlar los artes de pesca de las embarcaciones de Flota Amarilla, como así también las medidas de la merluza capturada”.
La Opinión AustralTrabajadores de la Flota Amarilla en el puerto Caleta Paula de Caleta Olivia, asociados en la Asociación Flota Artesanal Pesca Estibaje (A.F.A.P.E.A.), refutaron la explicación que dio el subsecretario de Pesca de Santa Cruz, Juan Carlos Bracalenti, sobre la renovación provisoria de permisos de pesca, fundamentada en la necesidad de sostener la fuente laboral, y también reiteraron la denuncia sobre la destrucción del recurso del Golfo San Jorge, a partir de la pesca indiscriminada de merluza juvenil.El sector advirtió que “provisorios o no”, los permisos de pesca están siendo renovados “sin pedir a Secretaría de Trabajo libre deuda laboral”.
El sector advirtió que “provisorios o no”, los permisos de pesca están siendo renovados “sin pedir a Secretaría de Trabajo libre deuda laboral, aludiendo que los renovó para mantener la fuente laboral de los trabajadores de la Flota Amarilla y no para seguir enriqueciendo ilegalmente a los empresarios pesqueros del puerto Caleta Paula”.
Marineros nucleados en A.F.A.P.E.A. cuestionaron que el funcionario provincial justificó el otorgamiento de permisos provisorios de pesca, considerando que las embarcaciones operarían con las tripulaciones de “siempre”, a lo que opusieron que “su accionar no ha beneficiado en lo mas mínimo a los trabajadores de la flota que viven, pagan sus impuestos, dejan sus salarios, educan a sus hijos en Caleta Olivia, ya que de los más de sesenta marineros que trabajaban, sólo dos han sido llamados a embarcar”.
Añaden que “las embarcaciones están operando con los mismos familiares de los empresarios o con marineros traídos recientemente de otros puertos del país, como Bahía Blanca, Necochea o Caleta Córdova, a quienes después misteriosamente los empresarios locales no les pagan y terminan siendo más subsidiados para la provincia”.
Dieron como ejemplo los buques pesqueros Bahía Engaño y Jesús de Nazaret, que están operando “sin ningún marinero de los que tenían anteriormente” y por el contrario, “despidieron a sus trabajadores después de años de relación laboral, ilegalmente, con sumas irrisorias y ahora los están discriminando por reclamar sus derechos laborales en la justicia”.
Se preguntaron los denunciantes, dirigiéndose a la autoridad provincial del área, “hasta cuándo pretende que los trabajadores aguanten este estado de corrupción constante que existe en nuestro puerto local, donde los empresarios siguen haciendo lo que se les canta, realmente sin importarles nada, ante la complicidad constante de las autoridades de Pesca”.
También indagan si “acaso estos humildes trabajadores le tienen que informar, porque queremos pensar que usted no lo sabe, que están aniquilando y tirando muerta al agua, hasta treinta y seis toneladas diarias de merluza juvenil (carioca) por embarcación, para traer a puerto con suerte sólo tres toneladas”.
Reiteran que “es merluza que se pudiera pescar cuando crezca en un futuro” y recomiendan que “estaría bueno que mande, alguna vez, algún inspector honesto a bordo de las embarcaciones”.
“¿Hasta cuándo va a mirar para otro lado, hasta que nuestro Golfo realmente de verdad no sirva para más nada que no sea la actividad off shore y que los trabajadores de la flota no existamos más?”, sentenciaron los trabajadores nucleados en A.F.A.P.E.A.
Más adelante en la dura comunicación dirigida al subsecretario Bracalenti, A.F.A.P.E.A. interpela al funcionario a dejar “de favorecer a empresarios que han dejado, conjuntamente con la empresa Pan American Energy, a más de cien familias en una desastrosa situación de crisis”.
Aclaran: “vamos a seguir reclamando por nuestros derechos y a defender a costa de cualquier cosa nuestro recurso pesquero”, ya que enfatizan “los trabajadores de la Flota Amarilla de Caleta Olivia no vamos a ser cómplices de sus políticas pesqueras de destrucción de nuestro Golfo San Jorge, y en el futuro vamos a poder mirar tranquilos a los ojos de nuestros hijos para decirles que hicimos lo que pudimos desde nuestro lugar por defender nuestros recursos”.
Por el contrario, se preguntan si el funcionario podrá hacer lo mismo y llaman la atención, más adelante, sobre “que en este momento de buena relación y diálogo con el gobierno de la provincia, en especial con el gobernador y algunos ministros del área de Trabajo y Sociales, el subsecretario tome esta decisión de provocación a los trabajadores, que veían en la renovación de los permisos de pesca la única oportunidad de cobrarles a los empresarios del puerto Caleta Paula”.
En otro pasaje de la nota que firman el presidente José Oliva, tesorero Domingo Barcio, vocales Javier Maldonado y Salvador Barcio, secretario David Angenelo, remarcan el pedido de “que como dice la denuncia que entregamos el 27 de enero en las oficinas de Pesca provincial y Nación del recinto portuario del puerto Caleta Paula, que mande los inspectores que aluden que tienen ‘orden de arriba de no bajar al muelle’ a controlar los artes de pesca de las embarcaciones de Flota Amarilla, como así también las medidas de la merluza capturada”.