miércoles, 23 de marzo de 2011

Desfilan empresas ante Moreno: autoriza aumentos

Guillermo Moreno está a punto de presentarle a Cristina de Kirchner lo que considera otro logro de su gestión antiinflacionaria. El secretario de Comercio Interior cerrará una serie de negociaciones con las principales empresas dedicadas a la comercialización de productos de consumo masivo. Piensa el funcionario que estará controlada la evolución de los precios de los principales bienes, o al menos aquellos que el INDEC calcula y toma en cuenta para su polémica medición mensual. En el listado de productos figuran desde vinos y gaseosas hasta artículos de higiene personal y limpieza, pasando por alimentos y hasta pilas. Para esto, circulan por su despacho los directores de las principales productoras en estos rubros. Se trata de empresarios que habitualmente critican en privado la metodología, la forma de manejarse con las compañías y la política de precios oficial. Pero también se trata de empresas que en la mayoría de los casos mostraron utilidades, por lo que Moreno está convencido de que no tendrán problemas en darle el gusto.

El funcionario pretende asegurarle a la Presidente que, al menos hasta octubre, las mediciones del INDEC y algunos precios en las góndolas de los súper e hipermercados del país estarán controlados.

La estrategia para estos acuerdos se basa en dividir los productos en tres grupos: populares, medianos y premium. El primer pacto de este tipo fue firmado por Moreno hace una semana con las dos lácteas (La Serenísima y Sancor), y por él se autorizaron incrementos para lo que resta de año de hasta el 5% para el primer grupo, hasta el 15% promedio para el segundo y hasta el 35% en el tercero. El mismo esquema se está cerrando con las empresas participantes de esta nueva ronda de negociaciones. Una vez aplicados los incrementos, el plan implica que los inspectores del INDEC recorran las góndolas donde figuran los productos bajo acuerdo y que incluyan las alzas de precios dentro del primer grupo. Entre éstos hay marcas de primera línea, pero por ejemplo con paquetes en sus presentaciones más pequeñas, entre otras condiciones.

Entre los privados que cerraron o están por cerrar estos acuerdos de precios figura Molinos Río de la Plata, la principal productora de alimentos. En este caso, las marcas que tendrán diferentes incrementos de precios autorizados por el secretario de Comercio Interior son Granja del Sol, fideos Don Vicente y Luchetti, Vienísima, café Arlistán, Exquisita, aceites Cocinero y Lira, harina Blancaflor, jugo de limón Minerva y las líneas Goodmark y Granja del Sol.

También firmarán Kimberly-Clark, que incrementará los precios de los pañales Huggies y las líneas Scott y Kleenex; Queruclor (Querubín), Procter & Gamble (Pantene, Old Spice, Secret, Trinity, Jovialle, Ace, Ariel, Koleston, Cierto, Magistral, Duracell, Pampers y Eukanuba). Muchas bodegas ingresan en los acuerdos, como Peñaflor (Santa Ana, Michel Torino, Trapiche) y Fecovita (Toro, Toro Viejo, Zumuva).

Con la misma estrategia, Moreno negocia con el fabricante de fiambres Paladini, General Mills, Osram, Pepsico (Pepsi, Gatorade, Doritos, Lays y Kasfruit) y Celusal.

Para la semana próxima el funcionario tiene en agenda el comienzo de una negociación clave para el plan oficial: circularán por su oficina los representantes de toda la cadena de la carne. La intención es volver a firmar precios máximos para los cortes populares bajo la promesa de abrir, lentamente y con fiscalizaciones al máximo, las exportaciones. Por ahora, Moreno está lejos de autorizar incrementos en el precio de la yerba, pese a que desde el Ministerio de Agricultura de Julián Domínguez se les aseguró al gobernador Maurice Closs y a los productores y fabricantes misioneros que habría rápidamente novedades. En principio, este sector tendrá que esperar a firmar un acuerdo donde sea el Gobierno el que fije los precios.
ambito