Así lo consideró el secretario general de la UITA, Gerardo Iglesias. La UITA, es una confederación internacional de organizaciones sindicales que representan a trabajadores de diversos países. Entre sus afiliadas figura ATILRA, y su visión sobre la realidad que atraviesa la lechería contribuye al fortalecimiento del sector.
Por Sergio Boschetto (Especial para LA OPINION). – La UITA es la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabacos y Afines). Es una Federación Sindical Internacional que fue fundada en 1920. Su sede mundial está en Ginebra (Suiza). En sus comienzos tuvo como radio de acción el escenario Europeo, luego de la segunda guerra mundial consiguió su gran expansión en Estados Unidos y Asia. En el año 1967 se creó la regional latinoamericana, con sede en Montevideo.
LA OPINION tuvo la oportunidad de entrevistar en forma exclusiva a Gerardo Iglesias, secretario general de la UITA (Regional Latinoamericana) para tener una visión del trabajo que realiza la organización en esta parte del planeta y conocer las perspectivas que ve en la lechería en nuestro país.
¿Por qué la sede está en Montevideo?
Porque el primer Secretario y el actual son uruguayos.
¿Qué tarea desarrolla la UITA en la región?
Descentralizar el trabajo de la secretaría general, con el objetivo de llegar a las organizaciones de bases. Además de la regional latinoamericana, existen otras en Asia, Pacífico, Africa, Europa. En total suman 347 organizaciones afiliadas, en 125 países.
¿ATILRA es una de ella?
Claro, nosotros tenemos afiliado al Sindicato que agrupa a los trabajadores lácteos de Argentina, pero a su vez ATILRA agrupa a muchas seccionales. Por ejemplo, en Brasil tenemos afiliada a la Confederación General que agrupa a los trabajadores de la Alimentación, pero esta a su vez agrupa más de 700 sindicatos.
¿Cuál es la función que cumple la UITA en beneficio de las organizaciones afiliadas?
Pasa por el flujo e intercambio de información. Nuestro ámbito de acción es mundial. Cada vez más la producción de alimentos está en manos de conglomerados transnacionales, son empresas que tienen su casa matriz en Estados Unidos o Europa y que están comprando en países de esta parte del mundo. Es una forma de ir monitoreando la marcha de las industrias, lo que sucede en la zona y en Europa. Al mismo tiempo sirve para tener certeza de quiénes son los principales actores, el comportamiento y la relación que tienen con los sindicatos. Hay una demanda muy grande de todas las organizaciones sindicales afiliadas sobre este aspecto.
¿Cómo ve la lechería en nuestro país?
El año pasado desarrollamos una conferencia mundial del sector lechero, la cual se llevó a cabo en dos días en Buenos Aires y luego en Sunchales. Quedó demostrado que los pequeños y medianos productores en todo el mundo, enfrentan la misma problemática. Todavía el europeo se ve beneficiado por los subsidios, esto hace que no padezca los problemas que tienen los de Uruguay, Brasil o Argentina. Lo que vemos es que el pago de la producción por parte de las empresas, a los productores no llega a cubrir los costos. Esto se dio en Uruguay y Brasil, pero afortunadamente tiende a mejorar. Ese sector primario de la producción, a veces parece un poco olvidado es el más castigado. Otro tema, el cual quedó demostrado en la conferencia, es que cada vez existen menos jugadores a nivel industria, el sector a nivel mundial está en manos de un grupo muy reducido de compañías, las cuales tienen cada vez una mayor cuota del mercado global y presencia creciente en determinados países, a la vez logran producir más, con menos trabajadores.
¿Esto se da en el país?
La diferencia que tiene Argentina con otros países, algunos limítrofes, es que tiene un plan nacional de lechería, donde se analizaron los problemas, no se ocultaron. Una cuestión fundamental de este plan, es que no se hizo detrás de un escritorio, se dio participación activa a todos los sectores y eslabones de la cadena de producción.
¿Cómo ven a ATILRA en este contexto?
Bien y eso quedó demostrado cuando desde el Gobierno nacional, a través de la Subsecretaría de Lechería le dan participación, escuchan su voz, erigiéndolo en un actor principal de la cadena y consultándole sobre su visión, propuestas y planteamientos.
Diario la Opinion
Por Sergio Boschetto (Especial para LA OPINION). – La UITA es la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabacos y Afines). Es una Federación Sindical Internacional que fue fundada en 1920. Su sede mundial está en Ginebra (Suiza). En sus comienzos tuvo como radio de acción el escenario Europeo, luego de la segunda guerra mundial consiguió su gran expansión en Estados Unidos y Asia. En el año 1967 se creó la regional latinoamericana, con sede en Montevideo.
LA OPINION tuvo la oportunidad de entrevistar en forma exclusiva a Gerardo Iglesias, secretario general de la UITA (Regional Latinoamericana) para tener una visión del trabajo que realiza la organización en esta parte del planeta y conocer las perspectivas que ve en la lechería en nuestro país.
¿Por qué la sede está en Montevideo?
Porque el primer Secretario y el actual son uruguayos.
¿Qué tarea desarrolla la UITA en la región?
Descentralizar el trabajo de la secretaría general, con el objetivo de llegar a las organizaciones de bases. Además de la regional latinoamericana, existen otras en Asia, Pacífico, Africa, Europa. En total suman 347 organizaciones afiliadas, en 125 países.
¿ATILRA es una de ella?
Claro, nosotros tenemos afiliado al Sindicato que agrupa a los trabajadores lácteos de Argentina, pero a su vez ATILRA agrupa a muchas seccionales. Por ejemplo, en Brasil tenemos afiliada a la Confederación General que agrupa a los trabajadores de la Alimentación, pero esta a su vez agrupa más de 700 sindicatos.
¿Cuál es la función que cumple la UITA en beneficio de las organizaciones afiliadas?
Pasa por el flujo e intercambio de información. Nuestro ámbito de acción es mundial. Cada vez más la producción de alimentos está en manos de conglomerados transnacionales, son empresas que tienen su casa matriz en Estados Unidos o Europa y que están comprando en países de esta parte del mundo. Es una forma de ir monitoreando la marcha de las industrias, lo que sucede en la zona y en Europa. Al mismo tiempo sirve para tener certeza de quiénes son los principales actores, el comportamiento y la relación que tienen con los sindicatos. Hay una demanda muy grande de todas las organizaciones sindicales afiliadas sobre este aspecto.
¿Cómo ve la lechería en nuestro país?
El año pasado desarrollamos una conferencia mundial del sector lechero, la cual se llevó a cabo en dos días en Buenos Aires y luego en Sunchales. Quedó demostrado que los pequeños y medianos productores en todo el mundo, enfrentan la misma problemática. Todavía el europeo se ve beneficiado por los subsidios, esto hace que no padezca los problemas que tienen los de Uruguay, Brasil o Argentina. Lo que vemos es que el pago de la producción por parte de las empresas, a los productores no llega a cubrir los costos. Esto se dio en Uruguay y Brasil, pero afortunadamente tiende a mejorar. Ese sector primario de la producción, a veces parece un poco olvidado es el más castigado. Otro tema, el cual quedó demostrado en la conferencia, es que cada vez existen menos jugadores a nivel industria, el sector a nivel mundial está en manos de un grupo muy reducido de compañías, las cuales tienen cada vez una mayor cuota del mercado global y presencia creciente en determinados países, a la vez logran producir más, con menos trabajadores.
¿Esto se da en el país?
La diferencia que tiene Argentina con otros países, algunos limítrofes, es que tiene un plan nacional de lechería, donde se analizaron los problemas, no se ocultaron. Una cuestión fundamental de este plan, es que no se hizo detrás de un escritorio, se dio participación activa a todos los sectores y eslabones de la cadena de producción.
¿Cómo ven a ATILRA en este contexto?
Bien y eso quedó demostrado cuando desde el Gobierno nacional, a través de la Subsecretaría de Lechería le dan participación, escuchan su voz, erigiéndolo en un actor principal de la cadena y consultándole sobre su visión, propuestas y planteamientos.
Diario la Opinion