Las Camelias presentó en San José un novedoso proceso por el cual recupera gases que afectan el ambiente en su planta de tratamiento de efluentes y logra energía equivalente al 10 por ciento de su producción.
El desarrollo podría proveer gas a toda la ciudad, y lo pone en camino del Proceso de Mecanismo de Desarrollo Limpio de Naciones Unidas. El Gobierno provincial lo sumó a un programa con 10 empresas, con asistencia del INTI y fondos del BICE.
Las Camelias experimentó un notable desarrollo en los últimos años, integrándose más aún verticalmente como la mayoría de las empresas del sector avícola, creciendo en número y calidad de integrados, fábrica de alimentos balanceados, logística, insumos, plantas y, por supuesto, lanzando una amplia gama de productos al mercado interno y externo.
Ante las opciones, la familia Marsó decidió desechar los atajos y tomaron el camino más complejo, y desde hace varios años –“aunque reconociendo que al principio no fui optimista sobre el éxito”, según expresó Eduardo– vienen realizando una inversión que ya ha superado los dos millones de pesos, en esta etapa, y que consiste en un proyecto para el tratamiento integral de efluentes que incluye varias etapas en cuanto a la visión de cuidado del medio ambiente.
Según explicaron en la presentación que se realizó en San José, “los residuos sólidos se tratan con una prensa que compacta cartones y plásticos, los gaseosos se procesan en un condensador para los gases de la planta de subproductos que tiene la empresa y para los efluentes líquidos se colocó un equipo de acero inoxidable para separar grasas, que permitió mejorar de un 70 a un 95 % la recuperación de grasas del agua que ingresa al tratamiento de efluentes”.
En la misma pileta –de unos 4.000 metros cuadrados a cielo abierto– se cubrió con una membrana especial de unos dos milímetros de espesor y se logró la captura de gases, especialmente el metano que causan el efecto invernadero y se los conduce a partir de la construcción de un biodigestor hacia una planta compresora y se reinyecta al sistema productivo a través de una caldera que brinda agua caliente a distintos departamentos de la planta.
El biodigestor genera 150 metros cúbicos por hora de gas, producción más que suficiente para cubrir la demanda diaria de una ciudad como San José, que posee 12 mil habitantes, y que en rigor implica el 10 % de lo que Las Camelias consume en su totalidad para su sistema productivo.
De este modo, la empresa ingresó al Programa de Mejora del Desempeño Ambiental del Sector Productivo Entrerriano que implementa Entre Ríos a través de la Secretaría de Ambiente Sustentable, y que se implementa en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Es la primera empresa de la provincia en alcanzar esta meta.
Si bien la inversión genuina provino de la empresa –por lo que pudo averiguar El Diario de Paraná – la presencia de las entidades nacionales y del Estado provincial permitirá seguir estimulando a la empresa a sumar nuevas inversiones en tecnología limpia. En otras palabras, ingresaría en el mercado de los Bonos de Carbono, política internacional implementada junto al Protocolo de Kioto y que hasta ha sido, en términos generales, esquivo a empresas y organizaciones argentinas.
De manera que existe un agregado de valor en la empresa y se mejora la competitividad, especialmente pensando en las demandas de protección ambiental y la trazabilidad de los productos que exigen en Europa, y especialmente en la posibilidad que Las Camelias se sume al grupo de empresas a nivel mundial que presentan un proyecto sustentable y que atraviese las validaciones necesarias para ingresar a los parámetros de Mecanismos de Desarrollo Limpio.
El objetivo hacia los Bonos de Carbonos ya dio el primer paso, con el agregado que a un esquema de protección medioambiental se le agrega un beneficio económico para la empresa.
Bonos de Carbono
Los Bonos de Carbono son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente; es uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global o efecto invernadero (GEI o gases de efecto invernadero).
Inicialmente fue una propuesta lanzada desde la Argentina para el programa Walas de 1993 y finalmente fue incluida dentro de los mecanismos de desarrollo limpio del protocolo de Kioto en 1997. El sistema ofrece incentivos económicos para que empresas privadas contribuyan a la mejora del sistema operativo de Walas de la calidad ambiental y se consiga regular la emisión generada por sus procesos productivos, considerando el derecho a emitir CO2 como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado.
La transacción de los bonos de carbono –un bono de carbono representa el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono– permite mitigar la generación de gases invernadero, beneficiando a las empresas que no emiten o disminuyen la emisión y haciendo pagar a las que emiten más de lo permitido.
ElSitioAvícola
El desarrollo podría proveer gas a toda la ciudad, y lo pone en camino del Proceso de Mecanismo de Desarrollo Limpio de Naciones Unidas. El Gobierno provincial lo sumó a un programa con 10 empresas, con asistencia del INTI y fondos del BICE.
Las Camelias experimentó un notable desarrollo en los últimos años, integrándose más aún verticalmente como la mayoría de las empresas del sector avícola, creciendo en número y calidad de integrados, fábrica de alimentos balanceados, logística, insumos, plantas y, por supuesto, lanzando una amplia gama de productos al mercado interno y externo.
Ante las opciones, la familia Marsó decidió desechar los atajos y tomaron el camino más complejo, y desde hace varios años –“aunque reconociendo que al principio no fui optimista sobre el éxito”, según expresó Eduardo– vienen realizando una inversión que ya ha superado los dos millones de pesos, en esta etapa, y que consiste en un proyecto para el tratamiento integral de efluentes que incluye varias etapas en cuanto a la visión de cuidado del medio ambiente.
Según explicaron en la presentación que se realizó en San José, “los residuos sólidos se tratan con una prensa que compacta cartones y plásticos, los gaseosos se procesan en un condensador para los gases de la planta de subproductos que tiene la empresa y para los efluentes líquidos se colocó un equipo de acero inoxidable para separar grasas, que permitió mejorar de un 70 a un 95 % la recuperación de grasas del agua que ingresa al tratamiento de efluentes”.
En la misma pileta –de unos 4.000 metros cuadrados a cielo abierto– se cubrió con una membrana especial de unos dos milímetros de espesor y se logró la captura de gases, especialmente el metano que causan el efecto invernadero y se los conduce a partir de la construcción de un biodigestor hacia una planta compresora y se reinyecta al sistema productivo a través de una caldera que brinda agua caliente a distintos departamentos de la planta.
El biodigestor genera 150 metros cúbicos por hora de gas, producción más que suficiente para cubrir la demanda diaria de una ciudad como San José, que posee 12 mil habitantes, y que en rigor implica el 10 % de lo que Las Camelias consume en su totalidad para su sistema productivo.
De este modo, la empresa ingresó al Programa de Mejora del Desempeño Ambiental del Sector Productivo Entrerriano que implementa Entre Ríos a través de la Secretaría de Ambiente Sustentable, y que se implementa en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Es la primera empresa de la provincia en alcanzar esta meta.
Si bien la inversión genuina provino de la empresa –por lo que pudo averiguar El Diario de Paraná – la presencia de las entidades nacionales y del Estado provincial permitirá seguir estimulando a la empresa a sumar nuevas inversiones en tecnología limpia. En otras palabras, ingresaría en el mercado de los Bonos de Carbono, política internacional implementada junto al Protocolo de Kioto y que hasta ha sido, en términos generales, esquivo a empresas y organizaciones argentinas.
De manera que existe un agregado de valor en la empresa y se mejora la competitividad, especialmente pensando en las demandas de protección ambiental y la trazabilidad de los productos que exigen en Europa, y especialmente en la posibilidad que Las Camelias se sume al grupo de empresas a nivel mundial que presentan un proyecto sustentable y que atraviese las validaciones necesarias para ingresar a los parámetros de Mecanismos de Desarrollo Limpio.
El objetivo hacia los Bonos de Carbonos ya dio el primer paso, con el agregado que a un esquema de protección medioambiental se le agrega un beneficio económico para la empresa.
Bonos de Carbono
Los Bonos de Carbono son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente; es uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global o efecto invernadero (GEI o gases de efecto invernadero).
Inicialmente fue una propuesta lanzada desde la Argentina para el programa Walas de 1993 y finalmente fue incluida dentro de los mecanismos de desarrollo limpio del protocolo de Kioto en 1997. El sistema ofrece incentivos económicos para que empresas privadas contribuyan a la mejora del sistema operativo de Walas de la calidad ambiental y se consiga regular la emisión generada por sus procesos productivos, considerando el derecho a emitir CO2 como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado.
La transacción de los bonos de carbono –un bono de carbono representa el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono– permite mitigar la generación de gases invernadero, beneficiando a las empresas que no emiten o disminuyen la emisión y haciendo pagar a las que emiten más de lo permitido.
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