La tecnología "Pouch up" es más económico y sostenible que el envase de vidrio.
La delegación hispano portuguesa de la firma irlandesa Smurfit Kappa, desarrolló un envase denominado “Pouch-up” que reduce cinco veces la huella de carbono en comparación a uno de vidrio.
Este embalaje, de uso único, está compuesto por una estructura de capas de poliester metalizado y dispone de un grifo exterior que evita la entrada de oxígeno, lo que facilita una mejor conservación de los líquidos.
Está diseñado para contener desde líquidos como vino, licores o aceites, hasta detergentes, productos cosméticos y alimentarios.
La huella de carbono para una bolsa de 1,5 litros, por ejemplo, es un 80 por ciento inferior respecto a una botella de vidrio de 75 centilitros.
Según el director de Marketing e Innovación de la compañía -José Fariñas- este embalaje es especialmente útil para los productos que son sensibles a la oxidación por el oxígeno. El vino por ejemplo, es un producto que en botella se oxida en 2 o 3 días tras la apertura, mientras que este embalaje se mantendría en perfectas condiciones durante un periodo de ocho semanas.
A su vez, la empresa desarrolló el "Bag-in-box", que es un envase compuesto por un grifo hermético, situado en la parte inferior, y una bolsa, inserta a su vez en una caja de cartón ondulado, en la que se puede imprimir la información del producto.
“Debido a su composición (fundamentalmente cartón) se puede depositar la bolsa vacía en el contenedor correspondiente para proceder a su reciclado o incineración con recuperación energética”, explica Fariña.
Efe Verde
La delegación hispano portuguesa de la firma irlandesa Smurfit Kappa, desarrolló un envase denominado “Pouch-up” que reduce cinco veces la huella de carbono en comparación a uno de vidrio.
Este embalaje, de uso único, está compuesto por una estructura de capas de poliester metalizado y dispone de un grifo exterior que evita la entrada de oxígeno, lo que facilita una mejor conservación de los líquidos.
Está diseñado para contener desde líquidos como vino, licores o aceites, hasta detergentes, productos cosméticos y alimentarios.
La huella de carbono para una bolsa de 1,5 litros, por ejemplo, es un 80 por ciento inferior respecto a una botella de vidrio de 75 centilitros.
Según el director de Marketing e Innovación de la compañía -José Fariñas- este embalaje es especialmente útil para los productos que son sensibles a la oxidación por el oxígeno. El vino por ejemplo, es un producto que en botella se oxida en 2 o 3 días tras la apertura, mientras que este embalaje se mantendría en perfectas condiciones durante un periodo de ocho semanas.
A su vez, la empresa desarrolló el "Bag-in-box", que es un envase compuesto por un grifo hermético, situado en la parte inferior, y una bolsa, inserta a su vez en una caja de cartón ondulado, en la que se puede imprimir la información del producto.
“Debido a su composición (fundamentalmente cartón) se puede depositar la bolsa vacía en el contenedor correspondiente para proceder a su reciclado o incineración con recuperación energética”, explica Fariña.
Efe Verde