Dentro de las Jornadas de la Investigación Porcina que se han desarrollado en Francia ha sido presentado un estudio, elaborado por el INRA, en el que se han analizado los efectos de introducir antioxidantes vegetales en la alimentación de ganado porcino, previamente suplementados con ácidos grasos omega 3. El fin del estudio era analizar cómo afectaba esta suplementación a la peroxidación de los lípidos de los productos cárnicos obtenidos a partir de la carne de estos animales.
Se escogieron 24 machos castrados y se dividieron 3 grupos. Incrementaron su peso en 50 kg durante un periodo de 2 meses, con una dieta enriquecida con niveles similares de ácidos grasos omega 3. Uno de los lotes no fue suplementado con antioxidantes de origen vegetal, otro de los lotes fue suplementado con 2 g por cada kg de alimentación durante toda la duración de la prueba y el tercer lote recibió la misma dieta que el segundo pero fue complementada con 4 g por kg de alimento durante los 10 días previos al sacrificio.
Se elaboraron embutidos a partir de la carne de los animales y se secaron, tomando muestras tras su fabricación, en el día 0 y luego cada 2 semanas, con un proceso que duró 12 semanas. Se midieron los perfiles de ácidos grasos y el malondialdehído (MDA) que da indicaciones sobre la lipoperoxidación.
El consumo de pienso y la ganancia de pesos fue similar en todos los grupos de animales y el contenido de lípidos totales en el tejido adiposo no fue muy diferente. Sin embargo, se vio que el porcentaje de ácidos grasos omega-3 fue mayor en el tejido adiposo de los cerdos suplementados con antioxidantes vegetales durante los últimos 10 días de vida.
En el caso de los embutidos elaborados, el indicador de lipoperoxidación fue menor para los grupos que recibieron alimentación con antioxidantes que el grupo de animales que no lo recibieron. Entre el segundo y el tercer grupo la diferencia no fue significativa por las posibles variaciones individuales entre cada salchicha. Pero en el caso de las salchichas obtenidas de los animales del tercer lote, el porcentaje de ácidos grasos omega-3 fue mayor.
Según los investigadores del INRA, la adición de antioxidantes naturales vegetales ayuda a evitar la peroxidación de los ácidos grasos poliinsaturados, especialmente en el caso de los n-3. Un aporte en la alimentación limitado al final del cebo parece tener un efecto similar que el aporte continuo de ácidos grasos omega 3, suponiendo además una ventaja económica en materia de alimentación animal.
eurocarne
Se escogieron 24 machos castrados y se dividieron 3 grupos. Incrementaron su peso en 50 kg durante un periodo de 2 meses, con una dieta enriquecida con niveles similares de ácidos grasos omega 3. Uno de los lotes no fue suplementado con antioxidantes de origen vegetal, otro de los lotes fue suplementado con 2 g por cada kg de alimentación durante toda la duración de la prueba y el tercer lote recibió la misma dieta que el segundo pero fue complementada con 4 g por kg de alimento durante los 10 días previos al sacrificio.
Se elaboraron embutidos a partir de la carne de los animales y se secaron, tomando muestras tras su fabricación, en el día 0 y luego cada 2 semanas, con un proceso que duró 12 semanas. Se midieron los perfiles de ácidos grasos y el malondialdehído (MDA) que da indicaciones sobre la lipoperoxidación.
El consumo de pienso y la ganancia de pesos fue similar en todos los grupos de animales y el contenido de lípidos totales en el tejido adiposo no fue muy diferente. Sin embargo, se vio que el porcentaje de ácidos grasos omega-3 fue mayor en el tejido adiposo de los cerdos suplementados con antioxidantes vegetales durante los últimos 10 días de vida.
En el caso de los embutidos elaborados, el indicador de lipoperoxidación fue menor para los grupos que recibieron alimentación con antioxidantes que el grupo de animales que no lo recibieron. Entre el segundo y el tercer grupo la diferencia no fue significativa por las posibles variaciones individuales entre cada salchicha. Pero en el caso de las salchichas obtenidas de los animales del tercer lote, el porcentaje de ácidos grasos omega-3 fue mayor.
Según los investigadores del INRA, la adición de antioxidantes naturales vegetales ayuda a evitar la peroxidación de los ácidos grasos poliinsaturados, especialmente en el caso de los n-3. Un aporte en la alimentación limitado al final del cebo parece tener un efecto similar que el aporte continuo de ácidos grasos omega 3, suponiendo además una ventaja económica en materia de alimentación animal.
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