lunes, 7 de marzo de 2011

Estudian los efectos del chocolate en la regulación de la presión arterial

El cacao tiene alto contenido de polifenoles que podrían mejorar el funcionamiento vascular y así atenuar el desarrollo de hipertensión.
En los últimos años se ha investigado los efectos del cacao sobre la salud, cobrando fuerza las evidencias acerca de los efectos benéficos en el control de la presión arterial.
Investigadores de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, de la Universidad de Buenos Aires (UBA) analizaron los efectos de sustancias presentes en el chocolate sobre la regulación de la presión arterial. El cacao tiene alto contenido de ciertos polifenoles, específicamente de flavanoles, una subfamilia de los flavonoides, que podrían ser de utilidad para mejorar el funcionamiento vascular y así prevenir o atenuar el desarrollo de hipertensión, disminuyendo el riesgo de enfermedad cardiovascular.

El estudio trabajó tanto en animales de laboratorio como en células en cultivo, los flavanoles aislados del cacao que mostraron los mayores efectos benéficos. El objetivo final es volcar esos conocimientos en los campos de la nutrición y la farmacología.

Se hipotetiza que estos efectos se deben a que el chocolate tiene alto contenido de cierto polifenoles que ejercerían una función vasodilatadora. Los polifenoles son metabólicos secundarios de plantas que incluyen una miríada de estructuras químicas, desde moléculas simples, como los ácidos fenólicos hasta compuestos muy complejos, como los taninos condensados, señalan los investigadores de la UBA en un artículo publicado recientemente en Molecular Aspects of Medicine.
Los Participantes
El equipo de investigación, codirigido por el doctor César Guillermo Fraga, profesor titular de la Cátedra de Fisicoquímica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica e investigador Principal del CONICET y la doctora Mónica Galleano, está integrado por otros miembros de la misma cátedra, como la Dra. Bárbara Piotrkowski, y por investigadores del Departamento de Nutrición de la Universidad de California, en Davis, EE.UU., como la Dra. Patricia Oteiza
La investigación
Los científicos realizaron estudios con chocolate en jóvenes futbolistas y actualmente están trabajando con epicatequina, que es el principal flavanol presente en el cacao. La doctora Mónica Galleano señala que: “Grupos de investigación de diversos laboratorios del mundo estudiaron las propiedades de otra fuente importante de polifenoles en la dieta, como el té negro y el té verde. En todos estos casos, la dificultad consiste en que poseen también otros compuestos, como cafeína, que podrían confundir los efectos de los polifenoles”.

“Desde hace unas décadas se postuló que los polifenoles (y dentro de ellos los flavonoides, donde están incluidos los flavanoles), resultaban beneficiosos para la salud porque eran antioxidantes, es decir, disminuían la producción o los efectos oxidantes mediados por radicales libres. Sin embargo, el escenario es complejo, porque en un sistema biológico hay distintos mecanismos que pueden resultar en un efecto antioxidante”.

A lo que agrega la doctora Galleano: “Además habría que considerar que algunos de esos mecanismos, como la inhibición de la oxidación de lípidos, requieren que el compuesto esté presente en concentraciones relativamente altas en el sitio de acción”.

“La oxidación de lípidos ocurre por reacciones químicas que implican a los radicales libres. Se trata de reacciones en cadena, que involucra lípidos y oxígeno molecular como sustratos y ciertos metales como catalizadores. Un incremento en los procesos de oxidación de lípidos puede producir daños en la célula y la inhibición de este proceso constituye un mecanismo antioxidante que ha sido demostrado en numerosos ensayos in vitro.

Los polifenoles han demostrado ser eficientes en inhibir la oxidación de lípidos, ya sea interfiriendo en la reacción en cadena, como al secuestrar los metales que actúan como catalizadores”. Los investigadores afirman que, “No está demostrado que todos los polifenoles alcancen, a nivel sanguíneo o celular, las concentraciones requeridas para operar como antioxidantes por los mecanismos clásicos, como la inhibición de la oxidación de lípidos”.

Es factible pensar que podrían estar actuando otros mecanismos, que serían posibles a las concentraciones que efectivamente alcanzan estas sustancias en los sitios de acción. Estos mecanismos podrían resultar en efectos antioxidantes (pero no por una vía clásica, como la inhibición de la oxidación de lípidos) o no estar relacionados con procesos de oxidación.

El doctor César Fraga señala: “Para comprender estos conceptos, debemos pensar que existen efectos específicos de los polifenoles que parecen estar relacionados con la interacción directa de estos compuestos con, por ejemplo, proteínas. Obviamente, el resultado de esa interacción dependerá de cuál es la función que cumple esa proteína en la célula”.

Por ejemplo, “si se trata de un receptor, podrá iniciarse o bloquearse una respuesta mediada por ese receptor particular. Si se trata de una enzima, se inhibirá o se incrementará la actividad de esa enzima. Una proteína puede ser también un factor de transcripción, es decir, una proteína capaz de coordinar y regular la expresión de un gen o de un grupo de genes; y en muchos casos, de regular su propia expresión y también la de otros factores de transcripción. En este caso, entonces, podría modular una vía de señalización”.
Biodisponibilidad de óxido nítrico
Los investigadores instan que, en el caso de los efectos sobre la presión arterial, uno de los mecanismos más probables sería la regulación de la biodisponibilidad de óxido nítrico. En relación a la presión arterial, los distintos tipos celulares de la pared de los vasos sanguíneos cumplen diferentes papeles en el metabolismo de este compuesto. Las células endoteliales generan óxido nítrico, que actúa sobre otra población celular, las células musculares lisas, a las que relaja produciendo vasodilatación. La doctora Galleano explica que, “aún no se sabe con certeza si los flavonoides incrementan la producción de óxido nítrico, o evitan que se degrade, pero por cualquiera de esas vías (o ambas simultáneamente) aumentarían su biodisponbilidad”.

A su vez existen otras hipótesis, y resulta, en consecuencia, indispensable conocer la manera en que opera cada polifenol particular a nivel molecular. Estos compuestos, cuando ingresan en el organismo, pueden ser metabolizados, ya sea por las bacterias del aparato digestivo o bien por las enzimas presentes en los distintos tejidos.

En consecuencia, lo que llega finalmente a muchos tejidos no siempre es el compuesto tal como fue consumido. El doctor Fraga señala: “La metabolización constituye otro de los aspectos que deben ser investigados para esclarecer los mecanismos mediados por polifenoles”.

Los investigadores de la UBA resaltan que, es importante avanzar en el estudio de los compuestos individuales, de esta manera podrá realizarse una aproximación debidamente fundamentada acerca de qué alimentos resultan más adecuados para las personas que integran grupos de riesgo definidos, por ejemplo de enfermedad cardiovascular, con el fin de que sean incorporados a la dieta.

El hallazgo de los mecanismos específicos de los compuestos individuales de este grupo de sustancias permitiría futuros usos en el campo de la nutrición y la farmacología.
dicyt